La próstata es el único órgano que cuando envejece, crece. Hay un crecimiento que es benigno si es blando y se extiende hacia los lados, pero si el crecimiento es duro o llega a tapar el uréter, entonces hay un problema más grave.
El crecimiento de la próstata, que es la afección más común, suele venir acompañado de síntomas como la obstrucción, micción intermitente, disminución en la fuerza del chorro de orina y frecuencia en la necesidad de orinar, especialmente en la noche.
Si a estos síntomas iniciales se suman otros como la dificultad para iniciar la evacuación del líquido urinario, necesidad de hacer fuerza para orinar, sensación de no haber terminado el vaciado, micción acompañada de dolor, sensación de urgencia cada vez que se siente deseo de orinar, es más que probable que el agrandamiento sea duro y la afección esté comprometiendo otros tejidos de las vías urinarias.
En ese caso además de consultarlo profesionalmente, sería conveniente tomar medidas que ayuden a prevenir el avance del problema.
Cualquiera que sea la elección del tratamiento terapéutico debería estar apoyado por alternativas naturales como el aceite de semillas de calabaza, que combinado con infusiones derivadas del arándano, el epilobio y la cola de caballo, entre otros, ayudan a aliviar los síntomas y a mantener el sistema urinario sano.