Con el frío y la humedad aumenta el riesgo de sufrir resfriados, gripes y otros problemas relacionados con el sistema respiratorio. Los culpables son los virus que atacan nuestro organismo. Cuando el sistema inmune se encuentra debilitado los microorganismos patógenos entran en nuestro cuerpo con más facilidad. Es por eso que, con la llegada del frío, es importante tener un sistema de defensas en condiciones óptimas para hacerles frente.