La micción es la acción de expulsar de forma controlada la orina procedente de los riñones y almacenada en la vejiga. Algo que parece sencillo pero que en realidad es el resultado final de un complejo proceso que involucra metabolismo, sistema nervioso y muscular y tejidos que rodean las vías urinarias.
La función de la vejiga es la de almacenar la orina y, coordinada con sistema nervioso y muscular, manda mensajes al cerebro para indicar cuando está llena para que este a su vez nos alerte anunciando las “ganas de orinar” y devuelve señales de contracción y relajación que permiten el vaciado.
Muchas alteraciones en el proceso de eliminación de líquidos a través de las vías urinarias provoca molestias que podrían evitarse con ejercicio, una correcta hidratación y con el aporte de sustancias naturales. Este es el caso del arándano, que ayuda a contrarrestar las bacterias causantes de las infecciones urinarias, uno de los problemas más frecuentes y que ataca en mayor número a las mujeres.