Si en invierno debemos protegernos de los resfriados, las gripes y de las afecciones cutáneas que el frío puede provocar en nuestra piel, en verano no hay que bajar la guardia. Ya sea por los cambios en los hábitos, ya sea por el calor, cada vez más extremo, nuestro cuerpo lo nota y lo manifiesta de diferente manera.
¿Cómo debemos cuidar nuestro cuerpo en verano para que este no se vuelva nuestro enemigo?
Calor y humedad
Uno de los principales destinos durante las vacaciones de verano es la costa. Aunque las temperaturas cerca del mar se mantienen más suaves, la humedad es “palpable” en muchas zonas. El bochorno acentúa la sensación de calor, evita que el sudor se evapore y mantiene nuestra piel desagradablemente mojada. Las zonas de roce y los pliegues, como debajo de las axilas, debajo del pecho en mujeres, entre los muslos o, si tenemos exceso de grasa corporal, en los pliegues del abdomen, son las más afectadas, pudiéndose generar rozaduras que se irritan y hasta heridas que pueden acabar en úlcera si no les prestamos atención.
Es muy importante, para evitar que esto suceda, mantener estas áreas limpias y secas en todo momento. Aplicar cremas que protejan la zona ayudarán a evitar la ulceración. La caléndula es una de las plantas más utilizadas para ello, en forma crema contribuirá a mantener nuestra piel en condiciones.
La aplicación de polvos de talco no es una buena idea ya que tapa el poro, impidiendo la transpiración y expulsión de toxinas.
Quemaduras solares
Tenemos claro cómo de prioritario es protegernos de los rayos del sol. Con la ropa, sombreros, sombrillas y con cremas solares, tenemos la partida mayormente ganada. Además, cada vez más personas preparan su piel unas semanas antes de las vacaciones con complementos ricos en carotenoides que ayudan a mejorar la protección frente a los rayos UVA y UVB y favorecen el bronceado. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el uso de cremas con factor de protección solar sigue siendo imprescindible.
Pero, siempre hay un pero, ¿estás seguro que estás completamente protegido? A continuación te pasamos una lista de las zonas del cuerpo de las que solemos olvidarnos o que no protegemos lo suficiente y acaban tan rojas como el turista más inexperto: hombros, cuello, coronilla, orejas, pantorrillas, empeine, planta del pie. ¿las tenías en cuenta todas o te hemos sorprendido con alguna?
Circulación
Sensación de pesadez, hormigueo, calor… son algunas de las molestias que se sienten en los pies y las piernas con la llegada del calor. También hay quien lo nota en los brazos y las manos. Uno de los principales temores de quien tiene problemas circulatorios son los trayectos en los que solemos permanecer durante muchas horas sentados, momentos en los que puede agravarse la situación.
Mantener una buena fluidez de la sangre, ayudar a que nuestras venas y arterias conserven su elasticidad es fundamental para evitar o minimizar las molestias.
Si tienes que viajar, el extracto de tomate es una muy buena opción ya que contribuye a un flujo sanguíneo saludable. Para las molestias del día a día, una combinación de trigo sarraceno, hojas de parra y castaño de Indias ayudará a eliminar esa pesadez que se nota en las piernas. Tampoco está de más contar con elementos externos que aporten frescor a la par que alivio mediante la aplicación de geles y espráis.
Tránsito intestinal
Los problemas para ir al baño en verano se producen básicamente por la suma de dos factores: cambio de hábitos + cambio de baño.
Dentro del primero entran la alimentación, la hidratación, los horarios y el nivel de actividad.
En lo referente al segundo factor es importante destacar que una inmensa mayoría de personas son incapaces de “soltarse” cuando están fuera de casa.
Hace cosa de un año, por estas fechas, compartíamos con vosotros un post en el que hacíamos referencia a este tema. Te invitamos a que le eches un vistazo.
Procurar mantener los mismos hábitos de alimentación y los horarios es una de las mejores maneras de mantener también nuestro tránsito intestinal en condiciones. Tampoco vendrá mal ayudas en forma de fibras, semillas mucilaginosas o lactitol.
Mosquitos y otros insectos
Los mosquitos son un auténtica tortura para algunos de nosotros. Mientras estos diminutos seres se dan el gran festín de la temporada a nuestra costa, sus víctimas sufrimos las consecuencias de su picadura durante varios días.
Una de las soluciones que tenemos para evitar el ataque de mosquitos y otros pequeños insectos es mediante barreras físicas, como el uso de ropa que cubra brazos y piernas. Pero, ¿Quién aguanta, con el calor que hace, un verano tapado de pies a cabeza? Otra solución son las lámparas de luz azul o ambientadores eléctricos. Pero, ¿Quién dispone de enchufes en mitad del campo?
Los repelentes en espray son la opción más versátil, una gran alternativa y hasta la mejor manera de complementar con las otras dos.
Y para cuando ya te han picado, se hace imprescindible, en muchos casos, el uso de aliviadores que frenarán tanto la inflamación como el picor.
Estamos seguros que el verano puede ser nuestro enemigo en muchos otros aspectos. Esta ha sido tan solo una pequeña muestra.
