La calabaza como alimento
En cocina, la pulpa de la calabaza es la parte más consumida. Es rica en nutrientes esenciales, como vitaminas A, C y E, y en minerales como el potasio y el magnesio. Además, contiene lo que se conoce como fitonutrientes, especialmente betacaroteno, un precursor de la vitamina A que es conocido por sus beneficios para la piel, la visión y el sistema inmunológico.
Como buena hortaliza, la pulpa de calabaza es rica en agua, tiene un bajo contenido calórico y su agradable y ligeramente dulce sabor la convierten en un alimento muy versátil, tanto para recetas saladas como dulces.
Sus semillas son grandes y muy valoradas como alimento. Es más, las semillas esconden en su interior un verdadero tesoro del cual conviene hablar con más detalle.
Es fácil encontrar en el mercado semillas de calabaza, tostadas o crudas, ya preparadas para su consumo.
Las semillas de calabaza: poderosas para nuestra salud
Si bien la pulpa de la calabaza es nutricionalmente muy interesante, sus semillas son un verdadero tesoro. Contienen una combinación de nutrientes como ácidos grasos insaturados, zinc, magnesio, hierro, y una cantidad significativa de fitoquímicos cuyos beneficios pueden resumirse en:
- Salud prostática: Las semillas de calabaza han demostrado ser útiles para la salud de la próstata, especialmente en la reducción de síntomas asociados con la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Si quieres saber más sobre la HBP te recomendamos este artículo.
- Mejoran la calidad del sueño: Gracias a su contenido en triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, puede favorecer un sueño reparador.
- Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos antioxidantes y los ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, pudiendo aliviar condiciones como la artritis.
- Lucha contra parásitos intestinales: Gracias a su contenido en cucurbitacinas con propiedades antihelmínticas, las semillas de calabaza pueden actuar combatiendo ciertos parásitos intestinales.
Uso de las semillas de calabaza en la prevención y tratamiento de la alopecia
Pero, además de lo descrito, gracias a sus compuestos bioactivos, las semillas de calabaza son de gran interés para prevenir y tratar la pérdida de cabello.
- Contenido de zinc: El zinc es fundamental para la salud capilar. Ayuda a mantener los folículos pilosos en buen estado y regula la producción de sebo en el cuero cabelludo. Una deficiencia de este mineral puede provocar el debilitamiento de los folículos y, consecuentemente, la pérdida de cabello.
- Ácidos grasos: Las semillas de calabaza son ricas en ácidos grasos insaturados omega 6 y omega 9. Estos ácidos grasos ayudan a nutrir los folículos pilosos, fortalecen el cabello y promueven un crecimiento saludable. También contribuyen a reducir la inflamación en el cuero cabelludo, que puede ser una causa subyacente de la alopecia.
- Fitosteroles: Los fitosteroles son compuestos naturalmente presentes en las semillas de calabaza y que tienen propiedades antiandrogénicas. Estos compuestos ayudan a inhibir la acción de la dihidrotestosterona (DHT), una hormona asociada con la alopecia androgénica, el tipo más común de pérdida de cabello.
- Vitaminas antioxidantes: La vitamina E, presente en cantidades significativas en las semillas de calabaza, protege los folículos pilosos contra el daño oxidativo, promoviendo un crecimiento más saludable del cabello. También mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que asegura un suministro adecuado de nutrientes a los folículos.
- Hierro: El hierro es esencial para transportar oxígeno a los folículos pilosos. Una deficiencia de este mineral puede llevar a una caída excesiva del cabello, por lo que las semillas de calabaza pueden contribuir a mantener niveles óptimos de hierro.
¿Qué dicen los estudios?
Lamentablemente no existen muchos estudios clínicos en los que se haya profundizado sobre los efectos de las semillas de calabaza y su acción contra la pérdida de cabello.
El más destacado es un estudio clínico realizado en 2014 en el que se evaluó el efecto del aceite de semillas de calabaza en hombres con alopecia androgénica.
Durante 24 semanas, los participantes que consumieron 400 mg de aceite de semillas de calabaza al día mostraron un aumento significativo en el grosor y la densidad del cabello en comparación con aquellos que recibieron un placebo. Esto sugiere que las semillas de calabaza pueden ser una opción natural eficaz para combatir este tipo de alopecia.
Conclusión
La calabaza y sus semillas representan un recurso natural con múltiples beneficios para la salud. Desde su capacidad para mejorar la salud digestiva hasta su potencial para prevenir la pérdida de cabello, este fruto milenario demuestra que la naturaleza ofrece soluciones efectivas para el bienestar integral.
Mientras la ciencia, esperamos, sigue avanzando en sus investigaciones, nos quedamos con estos buenos resultados y los beneficios que su consumo nos ofrece.
Incluir tanto la pulpa como las semillas de calabaza, así como el aceite en la dieta puede ser una estrategia sencilla y deliciosa para disfrutar de sus innumerables propiedades medicinales.
