La vitamina E, un protector celular de gran potencial.

Muchos alimentos contienen vitamina E. Sin embargo, la absorción no correcta de la misma podría, a largo plazo, generar una carencia nutricional que entre otras cosas desestabilizaría el sistema inmunológico y aumentaría el estrés oxidativo. Lo mismo sucede en el caso contrario, en el que un consumo excesivo de vitamina E tampoco tendría buenas consecuencias para el organismo.

La vitamina E agrupa diferentes funciones en el metabolismo humano y su acción antioxidante es quizá la más destacada. Sin embargo, la vitamina E tiene otras propiedades participativas en determinados procesos biológicos y estructurales que no deberían pasar desapercibidas.

Vitamina E antioxidante

Está claro que la vitamina E es el principal antioxidante liposoluble que protege los lípidos (grasas) del daño oxidativo reaccionando ante el ataque de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas altamente inestables capaces de anular las funciones de las células, de modificar su estructura y causar enormes daños en el organismo. Por otro lado, son imprescindibles para la vida de las células, pero la presencia de una cantidad elevada en el organismo de radicales libres podría llegar a alterar el ADN, las proteínas y los lípidos.

Cada célula debe superar diariamente el ataque de numerosos radicales libres que son generados por unos hábitos poco saludables como el tabaco y el alcohol, por la carga ambiental, por la radiación solar, por esfuerzos físicos desmesurados y por el estrés (uno de los principales generadores de radicales libres), entre otros. Ver artículo relacionado

Aunque para defenderse de ellos, el cuerpo posee un sistema protector que lo conforman los compuestos antioxidantes. No obstante, los ataques continuos son en muchos casos más fuertes que el sistema inmune, y aun más cuando el sistema de defensas del cuerpo se encuentra debilitado o desestabilizado. La vitamina E en este contexto actúa reforzando la protección celular y en su papel antioxidante, captura los radicales libres antes de que alcancen el núcleo de la célula.

En referencia a los procesos biológicos en los que interviene la vitamina E, destacamos su papel en el proceso de apoptosis ya que resulta muy interesante su modo de acción y la importancia de su participación en el mismo. Ante todo porque cumple un papel preventivo que bien podría reducir el factor de riesgo en la aparición de trastornos de salud tan delicados como el cáncer.

La apoptosis es un tipo de muerte celular, donde la célula provoca su propia destrucción al detectar que está dañada o infectada y cuya posibilidad de repararse es improbable. La vitamina E trabaja induciendo bien sea directa o indirectamente a las células dañadas, a su propia muerte. Sin embargo, la vitamina E parece que trabaja de forma selectiva, ya que no se tiene constancia de que induzca a la autodestrucción de células normales. No obstante, siempre se aconseja tomar las cantidades necesarias de vitamina E, puesto que de la dosis depende en parte la eficacia de su trabajo.

El proceso de apoptosis resulta ser a la vez una reacción del sistema inmunológico. No olvidemos que la vitamina E es importante para mantener estabilizado el sistema inmune del cuerpo.

La vitamina E tiene una función estructural estabilizadora de las membranas biológicas. Estas superficies flexibles están compuestas por lípidos y carbohidratos en un estado líquido. Su función es controlar y definir el espacio que delimitan los diversos compartimentos intracelulares. En caso de una deficiencia de vitamina E se produciría una alteración de las membranas biológicas, ya que la vitamina E protege los fosfolípidos (principales constituyentes de las membranas biológicas, contienen ácido fosfórico) contra el ataque de radicales libres, atrapándolos y reduciéndolos a metabolitos menos activos incapaces de destruir las membranas.

Otros campos de la acción protectora de la vitamina E

  • Favorece la circulación sanguínea y el abastecimiento de oxígeno a todo el organismo
  • Durante el embarazo, la lactancia y los primeros años de vida es fundamental para evitar deterioro muscular, trastornos neurológicos y del sistema nervioso, asimismo se asocia con una mejor función cognitiva
  • Proporciona mecanismos de resistencia frente a infecciones
  • Contribuye a un mejor aprovechamiento energético
  • Protege las células contra el desgaste y el cansancio rápido
  • Podría reducir el riesgo de infarto ya que, reduce el riesgo de arteriosclerosis por su efecto antioxidante
  • Tiene efectos positivos sobre el metabolismo de la piel ya que, favorece la irrigación del tejido conjuntivo, lo que le proporciona un aspecto relajado y liso a la vez que la hace más resistente
  • Contribuye a mantener la elasticidad física hasta una edad avanzada
  • Ayuda a retrasar la progresión del alzheimer
  • Un aporte continuo durante toda la vida protege los ácidos grasos DHA

Se puede resumir que la vitamina E por sus diversas funciones podría en un futuro no muy lejano, ampliar su potencial de aplicación terapéutica en variedad de dolencias y trastornos que afectan los mecanismos inmunológicos y deterioran la salud en general.

La vitamina E y su apreciación cosmética

La piel se renueva constantemente y para ello necesita los nutrientes esenciales que intervienen para que esa renovación sea completa y eficaz.  De ese factor es muy consciente la industria cosmética, que se preocupa de incluir los nutrientes necesarios para el cuidado de la epidermis.  La vitamina E es uno de ellos y está presente en cremas, tónicos, mascarillas, etc. Su papel es destacado para conseguir una piel fresca y tonificada.

La vitamina E es uno de los componentes esenciales para el cuidado externo de la piel.  La vitamina E ejerce una función protectora contra el deterioro de la piel, cada vez más expuesta a peligros medioambientales como la contaminación y las inclemencias del clima. No en vano variedad de bronceadores y bloqueadores solares incluyen vitamina E para proteger la piel de los efectos negativos de los rayos solares. A diferencia de los bloqueadores cuya función es repeler los rayos desde la superficie de la piel, la vitamina E penetra en la epidermis formando un escudo defensor.

La vitamina E actúa en la epidermis incrementando el flujo sanguíneo, de este modo se favorece la oxigenación de los tejidos. En consecuencia, las arrugas tardan más en aparecer y las existentes sufren una considerable reducción. Para que esto se cumpla, la constancia es primordial.

La vitamina E una tiene función regeneradora ya que es eficaz para renovar la piel dañada o cicatrizada. Así mismo, favorece el retraso en la aparición de arrugas prematuras y manchas causadas por el sol. En este contexto la vitamina E es altamente valorada para ayudar a mantener la estructura y firmeza de la piel.

Aparte de la vitamina E contenida en los productos cosméticos, una rutina de vitamina E pura sobre la piel se aconseja al menos 1 vez a la semana. Después de una suave exfoliación aplicar a modo masaje sobre el rostro y el cuello, el contenido en una perla de vitamina E. Incluso alrededor de los ojos y boca. Los resultados te sorprenderán.

¿Donde se encuentra la vitamina E?

Como no podría ser de otra manera, la naturaleza es la fuente principal de vitamina E. Se encuentra en los aceites vegetales, los frutos secos, las semillas, hortalizas de hoja verde y cereales.

Las fuentes mas importantes de vitamina E provienen de la naturaleza.Se deben consumir principalmente aceites vegetales como el de girasol, germen de trigo y de maíz, de igual forma el aceite de hígado de bacalao y las margarinas son ricos en vitamina E. Pero una dieta a base de grasas tampoco es lo más saludable, por consiguiente, en la variedad de una alimentación equilibrada se puede suplir un amplio porcentaje de nutrientes, entre ellos la vitamina E.

La alimentación debe ser muy variada para asegurarse el suministro idóneo de vitamina E, una dieta poco equilibrada muy posiblemente termine por provocar carencia de vitamina E a largo plazo. En los países desarrollados es poco frecuente una deficiencia de vitamina E en la población, no obstante si se detectan casos que se evidencian solo cuando la carencia es preocupante.

Por otro lado muchas personas no pueden absorber la vitamina E de forma adecuada. En ese caso una cantidad extra de vitamina E se hace necesaria.

La mayoría de suplementos vitamínicos contienen vitamina E como D-Alpha tocoferol, ya que debido a su efecto antioxidante evita el deterioro de las demás sustancias contenidas.

Los signos de deficiencia o carencia de vitamina E son:

  • Anemia
  • Arteriosclerosis
  • Tez apagada, acartonada
  • Distrofia muscular
  • Debilidad muscular
  • Infertilidad
  • Riesgo de aborto
  • Partos prematuros
  • Fallos en la visión
  • Movimientos oculares anormales
  • Andar inestable
  • Trastornos neurológicos
  • Problemas en las funciones del hígado y de los riñones

En caso contrario, un consumo excesivo de vitamina E se considera inseguro si se superaran los 1.000 mg al día, lo que podría aumentar la probabilidad de sufrir hemorragias. En personas sanas una ingesta de aproximadamente 300 mg al día no supondría ningún riesgo. Sin embargo, se aconseja descansar 1 mes cada 3 meses y detener la ingesta de vitamina E antes de una intervención quirúrgica.

En cualquier caso es aconsejable consultar con el médico antes de iniciar la toma prolongada de vitamina E. Más que nada para descartar posibles interacciones en caso de seguir algún tratamiento farmacológico. 

Blog posts relacionados

Productos relacionados


Shop
La información presentada en este Blog (Cebanatural.com) sólo y únicamente tiene fines informativos y no intenta reemplazar el consejo o el tratamiento médico. No se debe usar su contenido para tratar, diagnostisar o prevenir una enfermedad o un tratamiento relacionado con la salud. En caso de problemas de salud se debe consultar a un profesional dsanitario. No se debe sustituir o combinar medicamentos de prescripción con complementos alimenticios sin el consentimiento médico.
© 2009-2024 Copyright - Cebanatural.com