Ingredientes
- 1 cebolla mediana (la nuestra pesaba 125 g)
- 1 diente de ajo (si son pequeños, 2 dientes)
- 1 cucharada pequeña rasa de pimentón dulce
- 1 cucharada pequeña rasa de pimentón picante
- ½ cucharada pequeña (3 g) de caldo vegetal en polvo
- 250 ml agua
- 2 cucharadas pequeñas colmadas (unos 20 g) de harina integral
- 1 cucharada sopera de vino blanco
- 2 cucharadas soperas de AOVE
- Sal
- 1 pizca de Comino (opcional)
- Unas gotas de salsa de soja (opcional)
Elaboración
- Pica la cebolla y el ajo y rehoga en un cazo junto con el aceite y una pizca de sal. Cocina a fuego medio-suave hasta que la cebolla quede transparente (si durante la cocción ves que se queda muy seco, puedes añadir cucharaditas de agua)
- Mientras se pocha la cebolla, prepara el caldo vegetal mezclando el concentrado con el agua y reserva
- Una vez la cebolla está pochada, añade los pimentones y mezcla bien hasta que se integren los ingredientes
- Acto seguido añade también la harina y remueve hasta que se integre con la mezcla anterior
- Ya puedes añadir el caldo y el vino a la mezcla. Hazlo poco a poco y sin dejar de remover. Verás como va ligando y formándose la salsa
- Es el momento de echar el comino y unas gotas de salsa de soja
- Deja enfriar, tritura y sirve junto con las patatas fritas
Recomendación: haz la salsa unas horas antes o incluso el día antes. Los sabores se habrán mezclado mucho mejor y está mucho más buena.
Notas: Te animamos a que le pongas imaginación a la hora de cocinar las patatas. Las puedes hacer como tradicionalmente: fritas. Pero también puedes hacerlas al horno o en la freidora de aire. Puedes jugar con la forma, dejarlas con piel, añadirles hierbas y especias... Para la salsa, dale tu toque personal. Puedes hacer una base de salsa de tomate, añadir tabasco, hacerla con guindillas, combinarla con una buena mayonesa casera... se trata de experimentar y que encuentres las patatas bravas que lleven tu sello particular. Aunque ya te decimos que si te gusta el sabor del pimentón, ¡esta receta le va de ole!