Esta semana hemos querido cambiar un poco el formato de nuestras recetas y nos centraremos en la cocina tradicional, concretamente en la italiana, en un aperitivo o mejor dicho, antipasto (hablemos con propiedad) típico llamado Bruschetta.
La base de la bruschetta son rebanadas de pan tostado al horno (para los más tradicionales, sobre unas brasas), a las cuales se les restriega ajo y se van completando añadiendo con aceite, albahaca y tomate. Aunque existen variedades como la combinación con mozzarella o parmesano, cebolla, aceitunas e incluso anchoas o embutidos locales, entre otros ingredientes.
Salvando algunas diferencias, la bruschetta podría recordarnos un poco a los montaditos típicos del norte de España.
La palabra bruschetta no es casual ya que tiene su origen en otra palabra: abbrustolire, cuyo significado es tostar.
Preparar un antipasto con bruschetta es fácil, rápido, un recurso muy socorrido y con el que siempre quedarás bien antes de una comida con invitados (o sin ellos). Porque ¿Quién dice que tengas que reservar la bruschetta como aperitivo? Si te apetece puedes merendar e incluso desayunar un par de buenas bruschettas.
La receta que te proponemos es bastante distinta de la bruschetta tradicional.
Utilizando una versión de lo que se añade sobre el pan (ahora lo veréis), compartimos una receta con los sabores y aromas italianos que han conquistado el mundo entero.
Lasaña de vegetales y bruschetta
Con esta receta hemos querido hacer una fusión de tres platos típicos de la cocina italiana: la conocida lasaña, la melanzane alla parmigiana y la bruschetta.
Como base y sustituyendo la pasta de la lasaña utilizaremos berenjenas, que cocinaremos previamente como se hace en la preparación de la melanzane alla parmigiana. Y de la bruschetta, una versión en forma de condimento deshidratado que iremos añadiendo a las capas de berengena.
Ingredientes:
- 1 berenjena
- 1 calabacín
- 1 puerro
- 6 tomates pera (puedes usar tomate ya troceado y envasado)
- 10-12 hojas de espinacas frescas
- 10-12 champiñones
- Albahaca fresca
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de bruschetta
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
- Mozzarella fresca (opcional)
Preparación:
- Limpia y corta longitudinalmente la berenjena. Pon las rodajas sobre una rejilla, espolvorea con sal y déjalas durante unos 15 minutos para que suelten el agua (suden). Una vez pasado este tiempo, lávalas y sécalas con papel de cocina.
- Mientras esperas que la berenjena vaya sudando, limpia el resto de verduras. Por un lado corta a daditos el calabacín y el puerro, por el otro los tomates y en tercer lugar los champiñones. De las espinacas, deshecha el tallo y reserva las hojas. Pela y corta por la mitad los ajos y pica unas hojas de albahaca.
- Sofríe por un lado el calabacín con el puerro. Salpimienta y reserva cuando esté bien pochado.
- Rehoga los champiñones con los ajos y un poco de sal. Al finalizar, añade las hojas frescas de espinaca y deja que se ablanden tan solo con el calor de los champiñones. Quita los ajos y reserva (puedes dejarlos y picarlos si no te molestan).
- Sofríe los dados de tomate y reserva. Rectifica de sal. Si utilizas tomate envasado, con una lata pequeña (de las de 400 g aprox) tienes suficiente.
- Cocina a la plancha las láminas de berenjena.
- Mezcla las 2 cucharadas de bruschetta con otras 2 cucharadas de agua y 1 cucharada de aceite. Deja reposar como mínimo 10 minutos para que se hidrate.
- Es hora de montar la lasaña. Empieza por una capa de berenjena. Unta ésta con un poco de la mezcla de bruschetta. Añade la mezcla de champiñones y espinacas. Otra capa de berenjena, untar con bruschetta, capa de calabacín y puerro, capa de berenjena, untar con bruschetta y finaliza con el tomate sofrito. Esparce la albahaca fresca por encima, añade unas bolitas de queso mozzarella, si te has decidido por añadirlo, y hornea a 180oC durante 15-20 minutos a media altura. Finaliza gratinando un poco la parte superior.
¡Jo, qué ganas me han entrado de cocinar!