Te explicamos primero como congelar la fruta:
Preparar helados es una buena manera de aprovechar los plátanos, que ahora en verano maduran tan rápido que no nos da tiempo a consumirlos.
Selecciona, pues, esos plátanos maduros pero que aún conservan algo de firmeza, pélalos y córtalos a rodajas de aproximadamente 1 dedo de grosor. Dispón en un recipiente algo separados para que no queden apelmazados una vez se congelen. Y congela durante unas horas.
Cuanto más maduro esté el plátano, más dulce y aromático será el resultado
Para el mango procede de la misma manera. Escoge un mango maduro, pélalo, corta a cuadraditos, extiende en un recipiente y congela.
Para el mango también tienes la opción de comprarlo ya directamente congelado.
Ingredientes
- 250 g Mango congelado
- 150 g Plátano congelado
- 20 g Chips de mango
- 110 g yogur cremoso
- Unas gotas de esencia de vainilla
Elaboración
- Corta los chips de mango a trocitos muy pequeños. Puedes hacerlo con las tijeras, con un cuchillo o también puedes pasarlos por el procesador de alimentos. La idea es dejarlos a trozos lo suficientemente grandes como para que puedan notarse mientras se come el helado, pero lo suficientemente pequeños como para que no molesten y acaben por desvirtuar el conjunto.
- Reserva.
- Pon la fruta congelada (plátano y mango) en el procesador de alimentos y tritura ligeramente a intervalos.
- Añade el yogur y la esencia de vainilla y vuelve a triturar hasta que la masa quede fina.
- Añade los tropezones de mango y tritura unas últimas veces más para integrarlos con el helado.
- Seguramente se habrá deshecho bastante durante el proceso. Sobre todo si lo estás preparando en un caluroso día de verano. Vuelve a poner el helado en el congelador por un rato antes de servir.
- A la hora de servir, puedes acompañar el helado con un barquillo, unos daditos o puré de mango fresco, anacardos picaditos, virutas de coco, chips de chocolate negro, … o de todo un poco.
Notas: No hace falta que añadas ningún edulcorante. El plátano ya le aporta dulzor suficiente. Sin embargo, si esta vez te apetece especialmente dulce, durante el proceso de triturado puedes añadir un par de cucharadas de eritritol, xilitol (si no quieres añadir calorías) o de dátil en polvo.
Nosotros hemos utilizado yogur cremoso desnatado. También lo puedes hacer con yogur estilo griego o incluso con queso batido, crema de queso o mascarpone. Este ingrediente le aporta la textura cremosa y si no quieres que se note mucho el lácteo, con el yogur ya es suficiente.
La esencia de vainilla es totalmente opcional. También puedes sustituirla por pasta de vainilla, vainilla en polvo o vainilla natural.
