Protege y cuida tu cabello en verano

El verano es quizá la estación del año en la que tenemos que estar más pendientes de nuestro cabello. Pese a que llevemos una alimentación adecuada y no nos falten nutrientes, la exposición solar, el agua y la sal del mar, entre otros, ponen a prueba su integridad. En el post de esta semana os damos algunos trucos para mantener la salud de tu cabello en verano.

Alimentar el cabello

El cabello son filamentos que nacen en los llamados folículos pilosos y crece de forma constante a un ritmo aproximado de 1 centímetro al mes. Si se cuida bien el cabello y se posee una envidiable genética, este puede seguir creciendo durante 7 años (o más) hasta caerse, dando paso a un nuevo cabello. Si quieres saber más sobre las fases de crecimiento del cabello te recomendamos la lectura de este artículo.

El cabello se compone básicamente de proteínas (queratina), y en menor medida de lípidos, agua, minerales y pigmentos.

Para conseguir que el cabello luzca y mantenga su salud natural es necesario aplicar los cuidados que se merece, y eso pasa por nutrirlo desde dentro. Las proteínas, los compuestos antioxidantes, la biotina, el zinc, el hierro y el azufre son básicos para el cabello, por lo que conviene saber primero que no estemos en déficit de ninguno de estos nutrientes.

El verano influye sobre nuestro cabello

Si seccionamos un cabello, tanto transversal como longitudinalmente, nos encontramos con 3 capas diferenciadas: la médula es la parte más interna formada por células de queratina y hace función de soporte. La corteza es la capa intermedia y representa sobre el 80% de toda su estructura. El color del cabello queda determinado por la corteza, ya que es donde se encuentra la melanina. La cutícula es la parte más externa y la "cara visible" del cabello. Aunque esté compuesta por células muertas, éstas están queratinizadas y adheridas hasta formar una estructura de escamas.

La cutícula es la parte expuesta, la que sufre de primera mano las agresiones que ejercemos sobre nuestro cabello. El verano la estación más problemática ya que a toda la manipulación que se ejerce sobre el cabello (cepillados, secadores, tintes, productos químicos…) hay que añadir la exposición solar y los baños continuos, ya sea en piscinas o en el mar.

¿Cómo afecta el sol?

La exposición solar, con moderación, es positiva e incluso necesaria para el cabello. Pero cuando esta se hace en exceso, empezamos a notarlo.

Al contrario que sucede con la piel, nuestro cabello se aclara con el sol, señal que los rayos solares están afectando a la capa media. El cabello se deshidrata, pierde elasticidad y se vuelve quebradizo.

Si tenemos el cabello teñido tampoco debemos bajar la guardia. El tinte no ejerce protección alguna y no se libran de los efectos oxidantes de la radiación.

¿Cómo afecta el agua?

Poner en remojo el cabello de forma continuada contribuye también al deterioro capilar si tienes el cabello de normal a seco.

Si eres de los que se baña en el mar conviene que sepas que el pH del agua, que es elevado (casi llegando al 8) contribuye a la pérdida de integridad (menos brillo, menos elasticidad). Los cristales que se quedan adheridos al cabello, además, ejercen una función "lupa" que concentra los rayos solares intensificando su acción.

El cloro, por su lado, no es que digamos un buen amigo de la grasa, y por ende, de la pequeña y débil capa lipídica presente en cabellos secos. A esto hay que añadir que, si tienes el pelo rubio, prepárate para una conversión de tu melena a un tono verdoso si te expones en exceso al cloro.

El agua salada no es mala del todo. En cabellos grasos puede llegar a ser una bendición. También es usada para reducir la irritación y por su efecto anticaspa.

Cuidar el cabello en verano

Varias son las cosas que podemos hacer para proteger nuestro cabello.

¿Queremos prepararlo antes? Vigila que tu alimentación contenga los nutrientes necesarios para la buena salud de tus cabellos. Si estás en déficit, puedes ayudarte temporalmente con complementos alimenticios hasta recuperar tus niveles normales.

Para proteger y cuidar el cabello durante tus vacaciones puedes aplicar estos pequeños trucos:

  • Enjuaga tu cabello con agua corriente después de bañarte en la piscina o en el mar para eliminar los restos de cloro y sal. Además, el agua fría contribuirá a mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
  • Aplica protectores solares en el cabello si es necesario
  • Utiliza mascarillas para ayudar a mantener la hidratación del cabello. Puedes aplicar mascarillas comerciales, aunque también puedes beneficiarte con productos caseros, como por ejemplo, aplicando aceite de coco sobre el cabello seco o húmedo, dejándolo actuar varias horas (lo ideal es hacerlo por la noche) y después aclarar normalmente
  • Para evitar que tus puntas se abran, puedes aplicar cada noche sobe ellas unas gotas de aceite de jojoba, aceite de argán o un producto especialmente formulado
  • Si tu cabello ya presenta signos de falta de brillo, están secos y dañados, ayúdate con una buena crema reparadora
  • Y, como no, una de las mejores opciones es poner barreras físicas para proteger el cabello del sol: un buen gorro es siempre un acierto

Recuerda: Una cutícula sana evita la pérdida de humedad de la corteza, mantiene la elasticidad natural del cabello, así como su textura. No dejes que la capa externa de tu cabello se deteriore. Sin ella la integridad capilar está en juego.

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