El páncreas
Con su longitud de 15 centímetros, es la glándula salival más grande del hombre que al mismo tiempo es de crucial importancia para la digestión. Esta glándula produce cada día dos litros de jugo pancreático rico en enzimas digestivas vitales tales como las lipasas para la digestión de grasas, las amilasas para la descomposición de los carbohidratos y las proteasas para la disociación de la proteína. Las enzimas (véase el artículo "Las enzimas") son responsables de que la grasa, los carbohidratos y las proteínas puedan ser utilizados por el organismo.
Un páncreas que no funciona bien, por ejemplo debido a una inflamación grave, significa siempre una amenaza severa de nuestra salud. Aún peor es el cáncer del páncreas que en la mayoría de los casos se detecta demasiado tarde para poder ser curado. También por eso se tiene que tomar en serio un funcionamiento irregular del páncreas.
El páncreas tiene dos funciones principales:
Regula la digestión (la así llamada función exocrina).
El páncreas produce más de 20 diferentes enzimas digestivas que descomponen los alimentos en mini-elementos para que la sangre pueda absorberlos.
Controla la regulación del azúcar en la sangre (la función endocrina).
A parte de las enzimas digestivas el páncreas produce también una hormona muy importante: la insulina. Esta sustancia vital allana el camino al azúcar hacia todas las células del cuerpo.
La pancreatitis
Los primeros síntomas de la pancreatitis se manifiestan por lo general en forma de un dolor abdominal no especifico, es decir un dolor difícil de localizar y de describir. A continuación se manifiestan diarreas frecuentes y flatulencia excesiva, síntomas que se deben a la producción insuficiente de las enzimas proteasa, lipasa y amilasa. Estos trastornos señalan que el cuerpo no tolera bien algunos alimentos. Y por eso el intestino toca la alarma.
Por lo general los alimentos grasos, las verduras y las legumbres son los culpables de la intolerancia. Una vez que se ha diagnosticado la pancreatitis, el tratamiento tiene en primer lugar el objetivo de aliviar el dolor y de eliminar los trastornos digestivos.
En este contexto la medida más importante es el abandono total del alcohol. Solo la renuncia al alcohol ya conduce en un 50% de los pacientes en un alivio significativo del dolor y una reducción notable de los síntomas acompañantes.
Además la pancreatitis exige un cambio de la dieta: es decir, baja en grasa, pero no libre de grasa (véase el articulo "las grasas saludables") y rico en carbohidratos.
En muchos casos se puede reducir complementariamente el malestar digestivo mediante la suplementación con preparados enzimáticos que reemplazan las enzimas que faltan debido al mal funcionamiento del páncreas.
Otras de las ventajas de los suplementos con enzimas vegetales es que ayudan a fortalecer las defensas del cuerpo y favorecen los procesos de depuración, además de beneficiar el restablecimiento de las partes afectadas en los procesos inflamatorios digestivos.
De todos modos, cuando hay sospecha de que se trata de una inflamación del páncreas se debe consultar un profesional de la salud.
Los elementos de la terapia nutricional
La comida debe ser baja en grasa y fácil de digerir. Además no debería contener demasiada proteína. Se trata de una comida sana y ligera la cual todavía puede ser totalmente válida. A no olvidar: El alcohol es un veneno para el páncreas, por lo tanto, debe ser evitado. A continuación unas reglas importantes:
- No comer demasiado
- Comer sólo los alimentos adecuados
- Tener cuidado con la fibra
- Poca proteína, pero de alta calidad
- Repartir cinco comidas pequeñas al día en lugar de 3 grandes
- Sustituir en lugar de renunciar
- En lugar de salchichón graso, salchichón avícola (pollo, pavo)
- En lugar de jamón crudo, jamón cocido
- En lugar de tartas grasas, bizcochos o pasteles de frutas
- En lugar de queso duro, queso fresco y ligero
- En lugar de patatas fritas, patatas hechas al horno
Los alimentos bien tolerados
- Las verduras tiernas tempranas
- Las ensaladas de hojas (lechuga, iceberg, etc.)
- Los ligeros productos integrales
- El Muesli sin azúcar
- El arroz integral, el mijo, el amaranto, la quinua cocida, el trigo sarraceno
- Las patatas
- Los huevos, el requesón, el pescado magro, el pollo, la ternera
- Variedades de frutas maduras de baja acidez (y en lo posible también bajas en fibra) tales como el melón y la fruta de la pasión, o los plátanos
- Pequeñas cantidades de aceite prensado en frío, como el aceite de coco
La grasa
Desafortunadamente en la mayoría de los casos no conocemos la cantidad exacta de grasa que contienen ciertos alimentos. Un ejemplo:
¿Quién iba a adivinar que sólo una porción de patatas fritas contiene la misma cantidad de grasa que se encuentra en 40 kg de patatas cocidas?
Tratar la fibra con cuidado
Las fibras dietéticas son ingredientes alimenticios no digeribles con diversas propiedades favorables a la salud. Pero eso se refiere al organismo sano y no puede ser transferido completamente a aquellas personas que padecen trastornos del tracto digestivo.
En estos casos se acumulan después de cada ingesta de alimentos aún más residuos no digeridos en el intestino. La consecuencia: un malestar digestivo, que se manifiesta en primer lugar en forma de flatulencia. Pero cada persona es un mundo, es decir, cada uno tiene que detectar el límite de su tolerancia alimenticia individual. Pero especialmente en el contexto de la fibra se recomienda empezar estos experimentos sólo mediante pequeñas cantidades de alimentos.
Unos ejemplos de verduras bajas en fibra: los pepinos, los tomates pelados, la achicoria, el calabacín, el nabo y la col china. Por lo general las verduras tiernas tempranas no causan molestias.
Pocas proteínas y solo de alta calidad
En occidente se tiende a consumir más proteína de la que se necesita. Este exceso sobrecarga al páncreas.La proteína es un nutriente importante para las células del cuerpo. Sin la proteína nuestra digestión no podría trabajar de forma eficaz porque las enzimas (los catalizadores) pertenecen también a las proteínas. La mayoría de las personas en nuestro mundo occidental consume el doble de proteínas de lo que necesita. Este exceso de proteínas sobrecarga el páncreas.
Especialmente valiosos son en este campo: las patatas, los huevos, la leche, el trigo, el queso, la carne de ternera, el arroz, el maíz, el centeno.
Alimentos se deben evitar
- Todo lo que sale de la freidora como las patatas fritas, etc.
- Los productos cárnicos ahumados
- La grasa de la carne y del pescado
- El pescado y los escabeches de lata
- El queso con un alto contenido en grasa
- La fruta no madura, los zumos de fruta ricos en ácido
- Las ciruelas, las cerezas, las nueces
- Las legumbres, las setas
- Los pimientos, los puerros, las cebollas
- El pan integral grueso
- Los dulces (también los dulces en hojaldre)
- Las bebidas ricas en ácido carbónico y el alcohol
Mejor son cinco comidas pequeñas
En el caso de la insuficiencia pancreática, a menudo el vaciado gástrico está acelerado debido a una perturbación de la regulación hormonal. Por eso las comidas abundantes son una carga suplementaria para el tracto digestivo, que finalmente no llega a utilizar estas cantidades. Por lo tanto se recomienda repartir cinco comidas pequeñas a lo largo del día dando así al aparato digestivo la posibilidad de utilizar el máximo posible.
La bebida
El cuerpo pierde diariamente alrededor de 2 a 2,5 litros de líquido que deben ser reemplazados. Una deficiencia de líquido se nota rápidamente: síntomas de cansancio, la boca seca, los labios agrietados.
Por lo tanto es irrenunciable beber de forma repartida a lo largo del día, antes de que se note la sensación de sed. La sed es una señal de alarma del cuerpo que nos indica de que ya está sufriendo de escasez de agua.
Las bebidas recomendables:
- Agua mineral sin gas, rico en calcio y en magnesio
- El té de hierbas (hinojo y manzanilla), té rooibos,
- Los jugos de frutas diluidos (relación agua mineral/ jugo 2:1)
- Los jugos de verduras (diluidos con un poco de agua mineral)
- El café de cereales, el café normal no demasiado tostado y con moderación el té negro
La preparación adecuada de los alimentos
El objetivo debe ser preparar la comida de manera digerible y nutritiva. En este contexto particularmente las vitaminas necesitan nuestra atención. Y eso porque las vitaminas a menudo son sensibles al calor y a la luz. Las vitaminas solubles en agua, así como los minerales y los oligoelementos se ven fácilmente dañados durante su lavado o su cocción. Para mantener el valor nutritivo y vitamínico en los alimentos, a continuación unas sugerencias:
- Cocinar justo antes de la hora de comer
- No cortar las verduras demasiado finas
- Cocinar las verduras sólo brevemente en la olla tapada con un poco de agua, así que todavía tienen un bocado crujiente
- Utilizar el agua de la cocción de las verduras para preparar otros alimentos (a excepción del agua de las espinacas)
- Utilizar patatas no peladas y prepararlas en el horno
- Cocinar el arroz o la quinua sólo con el doble de la cantidad de agua
- Preparar la carne o el pescado sin añadir grasa, mejor en el horno
Para terminar unas sugerencias
- Un plátano cada día para sustituir la pérdida de potasio
- En el caso de diarrea un puré preparado de avena con agua, pasas y un poco de leche
- Un Muesli a base de leche agria, plátano, manzana rallada, un poco de miel y 4 cucharadas de copos (por ejemplo copos de mijo)
- El puré de frutas de la temporada con un poco de nata y vainilla
- Jugo de verduras con copos instantáneos de avena
- Crema de verduras con una tostada
Aunque un cambio de la dieta exige unas privaciones, cuando las molestias digestivas desaparecen poco a poco, se sabe que el esfuerzo valió la pena.