La planta
Lo que quizá debemos aclarar primero es el nombre, ya que podemos oír hablar indistintamente de rosa salvaje, rosa mosqueta, rosa canina.
La Rosa mosqueta, popular por ser de la que obtenemos el aceite (aceite de rosa mosqueta) es en realidad el nombre genérico que se le da a diversas especies del género rosa de variedad silvestre. Por tanto, rosa mosqueta es lo mismo que decir rosa salvaje.
Dos son las especies más utilizadas, la rosa canina y la rosa rubiginosa. La rosa canina es también conocida como rosal silvestre, zarzarrosa o agavanzo, y la rosa rubiginosa, como rosa eglanteria o por su genérico, rosa mosqueta.
Sabías que: en todas las variedades de rosa, sean salvajes o no, el número de sus pétalos son 5 o múltiples de 5.De la rosa salvaje se aprovecha casi todo: las hojas, los pétalos de sus flores, los frutos (tanto la parte roja como las semillas del interior), las raíces y los bedegares (protuberancias o agallas filamentosas rojizas que producen los rosales silvestres como respuesta defensiva al daño provocado por la acción de la avispa Diplolepis rosae, que utiliza estas plantas para introducir sus huevos y donde vivirán las larvas hasta que maduren).
El fruto fresco
Aunque realmente no lo es, se conoce como escaramujo al fruto que el rosal silvestre produce a finales de verano y otoño. De forma ovoide, de unos 2 cm por su parte más larga, de tonalidades anaranjadas más bien rojo en su punto óptimo de madurez.
Decimos que no es realmente el fruto porque éste se encuentra en el interior de los escaramujos. Unos pequeños granitos cubiertos de pelos rígidos y quebradizos, que pican y le dan un sabor desagradable si se consumen. Pelitos que también cubren la superficie interna, motivo por el cual se desechan, tanto granitos como superficie interna, cuando uno consume o quiere preparar delicias culinarias con escaramujos.
El escaramujo fresco presenta un alto contenido de vitamina C. No hemos encontrado mucha información (fiable) y las cantidades que nos ofrecen son tan dispares que nos ha hecho sospechar. Nos quedamos al fin con las que nos ofrece la base de datos de nutrientes de la USDA, donde nos informan que 100 g de escaramujos frescos contienen 426 mg de vitamina C, nada menos que el 710% de las necesidades diarias de un adulto sano (60 mg / día). También es una buena fuente de vitamina E, manganeso, carotenoides y flavonoides.
Un apunte sobre la osteoartritis
Con los años se va desgastando el cartílago que protege nuestras articulaciones, perdiendo su funcionalidad y acaba por provocar fricción entre las articulaciones, dolor y rigidez. De hecho, la osteoartritis es la enfermedad articular más común a nivel mundial y la que causa mayor discapacidad física. Las articulaciones que resultan más afectadas son aquellas que soportan más peso, como las rodillas y cadera, aunque también manos y columna vertebral están en la lista.
Se trata de un daño degenerativo que no retrocede, por lo que los tratamientos convencionales se centran en aliviar los síntomas con la toma de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos), inhibidores selectivos de la COX-2 e incluso con antidepresivos IRSN (inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina).
Un principio activo interesante
El escaramujo se ha utilizado tradicionalmente para tratar dolencias del tracto urinario, para la diarrea por su efecto astringente o como tónico depurativo, entre otros.>
Pero lo realmente interesante del escaramujo y motivo que nos ha llevado a redactar este post, es la presencia de los galactolípidos (para los más puestos: galactosa + ácidos grasos unidos por glicerol) que han conseguido aislar de la cáscara, descubiertos por un equipo de investigación Danés en el año 2.003.
Esta substancia ha demostrado tener efectos antiinflamatorios inhibidores de la PCR (proteína C reactiva) y antioxidantes.
Aunque puede decirse que todavía son pocos, diversos estudios han puesto de manifiesto las propiedades del polvo de escaramujo frente a diferentes afecciones osteoarticulares.
Por ejemplo, un estudio realizado en 94 sujetos con artrosis, después de 3 meses con polvo de escaramujo, informaron de una mejora significativa del dolor articular al realizar actividades cotidianas (Winther et al., 2005).
Otro estudio (Warholm et al., 2003) realizado sobre 100 sujetos, el 64,6% informaron de una reducción del dolor mientras tomaban polvo de escaramujo. Se detectó también una mejora de la movilidad (estudio realizado sobre movilidad de articulación de cadera y rodilla).
Los galactolípidos, no solo ejerce efectos antiinflamatorios, de gran interés para ayudar a reducir el dolor de las articulaciones. También podría ser un buen condroprotector.
Además, los galactolípidos poseen propiedades antioxidantes, al igual que la cantidad de polifenoles presentes en el escaramujo. En conjunto, el polvo de escaramujo ejerce una acción protectora del "ataque" de los radicales libres, que pueden aumentar el daño causado en cartílagos y otros tejidos adyacentes, empeorando la inflamación y, por tanto, el dolor.
Pese a que se necesitan muchos más estudios que acaben de corroborar del todo los maravillosos beneficios que el escaramujo aporta a nuestras articulaciones, los resultados obtenidos hasta el momento son tan prometedores que es tan solo cuestión de tiempo que se confirme lo que ya sabemos: El escaramujo mantiene la osteoartritis a raya.
Bibliografía:
Winther K, Apel K, Thamsborg G. A powder made from seeds and shells of a rose-hip subspecies (Rosa canina) reduces symptoms of knee and hip osteoarthritis: a randomized, double-blind, placebo-controlled clinical trial. Scand J Rheumatol. 2005 Jul-Aug;34(4):302-8.
Odd Warholm et al. The Effects of a Standardized Herbal Remedy Made from a Subtype of Rosa canina in Patients with Osteoarthritis: A Double-Blind, Randomized, Placebo-Controlled Clinical Trial. Curr Ther Res Clin Exp. 2003 Jan; 64(1): 21–31.