Como cuidar las articulaciones

Su perfecto funcionamiento se puede ver afectado por lesiones, inflamaciones y degeneración de los huesos, los cartílagos y los ligamentos, afecciones que frecuentemente aparecen con la edad o como resultado de alguna enfermedad.

Las articulaciones trabajan constantemente y ejercen una función muy importante en nuestro cuerpo aunque a simple vista no nos demos cuenta de ello, pues prácticamente empezamos a preocuparnos de ellas cuando notamos dolor o alguna alteración evidente.

Las articulaciones se dividen en diferentes tipos dependiendo de su grado de movimiento:

• Articulaciones inmóviles o sinartrosis
• Articulaciones semimóviles o anfiartrosis
• Articulaciones móviles, sinoviales o diartrósis

Las articulaciones que se mueven libremente son llamadas articulaciones móviles sinoviales o diartrosis.Las articulaciones que se mueven libremente y que están localizadas por casi todo el cuerpo como codos, rodillas, muñecas etc, son llamadas articulaciones móviles sinoviales o diartrosis Estas articulaciones son lubricadas por el líquido sinovial que segregan las membranas que las recubre. El líquido sinovial es un fluido viscoso rico en ácido hialurónico que ayuda a reducir la fricción entre los cartílagos y tejidos presentes en las articulaciones, además de lubricarlas, sirve para acolchar y amortiguar durante el movimiento.

*Las articulaciones semimóviles o anfiartrosis

Son más estables, permiten realizar leves movimientos, este tipo de articulaciones se encuentra en la pelvis o entre los discos de las vertebras, de estas articulaciones se conocen dos tipos:

1. Sínfisis: donde  sus movimientos son mínimos y los extremos óseos están unidos por tejido fibro-cartilaginoso 
2. Sindesmosis: Las piezas óseas son mantenidas en posición por una membrana interósea de tipo fibroso.

*Las Articulaciones inmóviles o sinartrosis

Están constituidas por dos extremos óseos y un tejido que los une y mantiene la rigidez entre las piezas óseas, este tipo de articulaciones se encuentran en el cráneo, la cara y los huesos largos de crecimiento, estas articulaciones al ser rígidas no tienen movimiento alguno, pero tienen puntos donde se produce crecimiento óseo.

*Las articulaciones móviles

Favorecen el movimiento angular y repetitivo en una amplia parte del esqueleto, se desgastan por el uso constante y son las que sufren la mayor parte de afecciones articulares, pues los ligamentos fibrosos que las rodean se ven afectados por diferentes lesiones, la edad o inflamaciones. Estos trastornos pueden causar inmovilidad y en muchos casos discapacidad.

Una articulación esta compuesta por:

En una articulación se encuentran diferentes tipos de tejidos como el cartílago, la cápsula articular y la membrana sinovial, los tres son indispensables para que la maquinaria articular funcione al ciento por ciento.

El cartílago absorbe el líquido del medio que lo rodea, su composición es básicamente de fibras de colágeno y ejerce una gran resistencia a la presión, el cartílago amortigua la sobrecarga y permite el desplazamiento de las superficies óseas impidiendo su roce evitando así el desgaste.

La cápsula articular, es una membrana fibrosa que mantiene unidos los huesos a la vez que les permite realizar el movimiento, esta membrana rodea toda la articulación, esta compuesta por una capa externa fibrosa y la membrana sinovial, al contrario que el cartílago la cápsula articular no tiene tanta elasticidad e impide que los segmentos óseos se desplacen en exceso.

El líquido sinovial se encuentra en todas las articulaciones móviles, incluso las mas pequeñas. La membrana sinovial es el tejido que tapiza el interior de la capsula articular, sin sobrepasar al cartílago, esta produce el líquido sinovial que lubrica los extremos óseos y nutre el cartílago articular, este al ser un tejido con escasos vasos sanguíneos debe nutrirse principalmente de la membrana sinovial, a través del líquido sinovial también se eliminan los residuos de la actividad de las células cartilaginosas

El cuerpo humano es una maquina increíble capaz de realizar las mismas funciones a lo largo de los años, pero que necesita cuidados y mantenimiento diario para que estas funciones sean optimas para el bienestar y la salud del organismo.

Apenas le damos importancia a la necesidad de mantener las articulaciones sanas, flexibles y lubricadas, nos olvidamos que con los años el cuerpo se desgasta y sino intentamos reponer ese desgaste, cuando menos pensamos nos encontramos con afecciones que en muchos casos no tienen revés y nos vemos obligados a convivir con ellas el resto de la vida.

Si bien hoy en día los tratamientos para las enfermedades crónicas de las articulaciones han mejorado notablemente, gracias a las prótesis y medicamentos seguros, lo ideal sería no esperar a necesitar hacer uso de ello, sino mas bien aprender a prevenir este tipo de dolencias a base de la alimentación, el ejercicio, los complementos alimenticios y una rutina diaria lo mas saludable posible.

Los trastornos articulares mas comunes

Entre las afecciones más comunes que aparecen con la edad, están las relacionadas con las lesiones de las articulaciones que entre muchas otras pueden ser:

• Artritis: Inflamación degenerativa de una o más articulaciones (el término incluye un amplio grupo de afecciones inflamatorias de las articulaciones)
• Osteoartrosis: Lesión o deformación que afecta principalmente al cartílago de las articulaciones, haciendo que este se desgaste y/o se rompa
• Artritis reumatoide: Inflamación de los cartílagos y la membrana sinovial. Produce la salida del líquido sinovial, también es conocida como trastorno de tejido conectivo o enfermedad autoinmune
• La gota: Tipo de artritis producida por la acumulación de ácido úrico en las articulaciones

Siendo conscientes de los problemas que puede generar un mal funcionamiento de las articulaciones, podemos empezar a pensar en adoptar medidas que nos ayuden a mantenernos alejados de ellos.

El ejercicio constituye una barrera importante en la aparición de estos trastornos, pues cuando nos ponemos en movimiento la membrana sinovial se hace mas fluida y se reparte mejor en la cápsula articular hidratando el cartílago y ayudando a mantener la movilidad y flexibilidad.  El ejercicio constante moderado que incluya movimientos para distensionar y liberar las articulaciones son de gran ayuda en la prevención de futuros trastornos articulares.

La alimentación, como en todos los aspectos de la salud, influye notoriamente en la aparición de molestias relacionadas con el sistema esquelético-articular, una dieta rica en alimentos refinados como el azúcar o con exceso de proteínas y grasas son factores de riesgo en aparición de afecciones articulares, sobre todo si a ello sumamos una vida sedentaria. Los alimentos como verduras de hoja verde ricos en vitamina K, frutas y hortalizas ricos en minerales y vitaminas tienen un efecto favorable a la hora de fortalecer las articulaciones incrementando su poder de amortiguación y resistencia a las presiones.

Como apoyo a la alimentación, un aporte extra de ácidos grasos como los omega 3 y 6, y en especial la EPA (ácidos eicosapentaenoicos) ayudan a prevenir y disminuir la inflamación articular. 

Suplementos a base de sulfatos de glucosamina y condroitina, el cartílago de tiburón y el ácido hialurónico, son excelentes alternativas naturales que pueden ayudar a la prevención, regeneración y paliación de trastornos articulares.

Un tejido articular sano y su adecuada función son cruciales para la forma en que nos movemos y nos expresamos a través de nuestro cuerpo, un desequilibrio entre las articulaciones no solo puede causar dolor e incomodidad sino que llega incluso a causar la incapacidad,  para evitarlo debemos tener en cuenta los puntos antes mencionados y cuidar a consciencia nuestro cuerpo en todo su conjunto, tratando de mantenerlo en armonía y respeto con la naturaleza y los recursos que nos ofrece.