Viajar con tu perro

Aunque faltan aun unas semanas para el inicio del verano, muchos están empezando a planificar sus vacaciones, si no lo han hecho ya. Y dado que en una cuarta parte de hogares españoles hay perro, uno o más de uno, nos gusta pensar que todos en algún momento participan de los días de desconexión, relax y la experiencia de vivir y conocer sitios nuevos.

Algunos se preguntarán sobre la relación existente entre viajar con el perro y la salud.

Pues, mucha. Primero, ya que hoy de perros va el tema, para la salud del animal, algo de lo que, al menos una servidora, está muy sensibilizada. En segundo lugar, para la salud de las personas, porque está más que demostrado que convivir con un animal influye positivamente sobre nosotros. Y cuando digo "convivir", no me refiero solo a tener un perro en casa al que rascarle la barriga, ponerle agua y comida y sacarlo 5 minutos al árbol de enfrente para que haga sus necesidades (para eso ya hay bonitos y realistas peluches o perros de porcelana que te darán menos trabajo). Convivir es compartir la vida, las experiencias (dentro del límite perruno, está claro) y enriquecerse con lo que el animal nos puede ofrecer y lo que podemos ofrecer nosotros al animal. Y si es en vacaciones, momento en el que tenemos más tiempo para compartir con ellos, pues mejor.

Cuando planificamos nuestras vacaciones, debemos tener en cuenta las características de las mismas a la hora de decidir como preparar nuestro equipaje.

¿Vamos a un sitio donde hace más frío? ¿Más calor? ¿Es un lugar lluvioso? ¿Vamos al mar? ¿A la montaña? ¿Hay mosquitos? ¿Andaremos mucho? ¿Iremos mucho en coche?... En fin, son todo preguntas cuyas respuestas definirán qué llevarnos y qué dejar.

Y lo mismo sucede con lo que nos llevaremos para nuestro perro.

Documentación en regla

Lo primero es el microchip. A algunos les puede sorprender tener que recordar esto y os sorprenderíais aun más si supierais la de perros sin chipar y con dueño que hay por estos lares. Y, otra parte muy importante, es que el chip esté dado de alta y a nuestro nombre (a nombre del propietario), con los datos actualizados para que nos pudiesen contactar en caso de que el perro se perdiera (ojalá nadie tenga que pasar por esa experiencia).

Lo segundo es que tenga todas las vacunas al día. Infórmate sobre qué vacunas son obligatorias en el lugar o lugares a los que vayas. Incluso dentro de España existen comunidades autónomas que difieren en cuanto a las vacunas obligatorias.

El Pasaporte para animales de compañía será necesario si viajas por Europa. Para el resto de países, lo mejor es informarte de las características del que sea tu destino. En la red existen muchos blogs y sitios web especializados en viajar con mascotas. Haz una primera búsqueda por ahí. Pregunta también a tu veterinario. 

El equipaje

En cuanto al equipaje en sí, muchos, y yo me incluyo, se llevan la camita, una manta o el juguete preferido de Chai (llamaremos Chai a nuestro perro a partir de ahora. Sea macho o hembra, lo dejamos a tu elección). Hacerlo es positivo para que el can cuente con algo que le sea familiar en un lugar que le va a ser extraño. Hay quien se lleva también los recipientes en los que come.

Otros añaden a la maleta también ropa de abrigo (en verano, no, claro) e incluso chubasquero.

El botiquín

Pero, quizá lo más importante, y esto sí que es algo que deberíamos prepararlo todos, es un botiquín que sea lo más completo posible, por lo que pudiera pasar. Sobre todo si vamos a estar lejos de un veterinario. Algunas cosas incluso nos van a servir a nosotros:

  • Desinfectante (agua oxigenada, por ejemplo)
  • Antiséptico (yodo)
  • Suero fisiológico
  • Repelente de insectos
  • Antiparasitario en espray
  • Gancho quita garrapatas y pinzas
  • Gasas y algodón
  • Esparadrapo
  • Tijera pequeña
  • Manta térmica
  • Guantes de látex

Este podría ser un ejemplo de botiquín de emergencia. Siempre podemos quitar o añadir cosas adaptándolo a la situación del viaje.

Por ejemplo, bajo indicaciones veterinarias, podemos incluir algún antihistamínico, analgésico o antiinflamatorio. Incluso, algo para el mareo, si nuestro Chai es de los que sufre con los vaivenes del vehículo. Una primera recomendación para evitar mareos es iniciar el viaje con el estómago vacío.

Si se da el caso que nuestro compañero vive con ansiedad el hecho de viajar, debemos empezar por trabajar esta situación con tiempo. Podemos empezar con el coche, trabajando la primera parte: subir al vehículo. Podemos estimularlo con premios para que suba por su propio pie propia pata. A continuación, se hacen trayectos cortos, premiándolo también al llegar a destino. Es muy importante controlar la salida del coche, ya que no siempre pararemos en una zona donde no haya tráfico ni otras situaciones que puedan estresar a Chai.

Si, pese a esto, Chai sigue con ansiedad y necesita más tiempo, siempre podemos ayudar a nuestro compañero con algún complemento que lo relaje.

Cuando salimos de la rutina y visitamos lugares nuevos, cambian también los hábitos alimentarios, cosa que puede afectar a nuestro sistema digestivo. Lo mismo sucede con Chai. Todo y que nos llevemos su comida para el viaje, somos más benevolentes y siempre hay algo que "cae de nuestro plato", regalándole un sabroso bocado en forma de trozo de patata, de carne o de lo que sea. En este caso, no viene nada mal contar también con un regulador intestinal, que estabilizará su flora bacteriana evitando o minimizando un posible desajuste.

Como estamos hablando sobre las vacaciones de verano, casi seguro que tu destino va a ser un lugar con sol y en el que seguramente vas a estar expuesto al astro rey. Por lo tanto, Chai, como buen y fiel amigo, también va a estarlo. ¿Necesita protección solar? Bueno, puedes hacer 2 cosas: evitar lo máximo posible la exposición solar, o utilizar protectores solares especiales para perro. De esta forma minimizarás los riesgos.

Si en tus vacaciones vais a andar mucho, al igual que tú llevas un calzado adecuado para ello, Chai necesita tener también sus pies bien cuidados. Existen "zapatillas" para perros. Como lo lees. Y no es tan descabellada la idea si vais a pasar varias y largas jornadas andando. También es importante cuidar de sus almohadillas. Puedes empezar varios días antes, aplicando productos específicos para fortalecer esta zona e hidratarlas por la noche. No hay que olvidar que no solo el hecho de andar mucho pone a prueba las almohadillas de Chai, el calor, el tipo de terreno por el que se ande y el continuo contacto con el agua contribuyen a que sus pies se vuelvan más sensibles.

¡Pues, creo que ya lo tengo todo para salir de viaje con Chai! Pero, ojo:

Si no quieres que tu botiquín ocupe más que la maleta, analiza bien donde vas para no llevarte cosas que no te van a servir más que para ocupar un espacio. Piensa también que, depende de donde vayas, tienes a tu alcance lugares donde comprar lo que necesites y no tengas que cargar con ello.

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