El cambio de temperatura
Los primeros días cálidos de la primavera llevan a muchas personas al cansancio, a la fatiga, incluso a problemas circulatorios y mareos. La nueva temporada trae temperaturas más altas, y mucha gente se siente apática e irritable. Para este fenómeno el Prof. Dr. Manfred Walzl (investigador del sueño) de la universidad de Graz (Austria) tiene una explicación plausible:
Desde el principio del invierno hasta alrededor de marzo, el hombre está en una especie de mini-hibernación, y durante este período disminuye un poco la temperatura normal del cuerpo, de aproximadamente 37 grados a 36,7 grados Celsius. Al inicio de la primavera, cuando las temperaturas suben y los días se alargan, las temperatura del cuerpo sube de nuevo.
Consecuencia: el cuerpo tiene que adaptarse a este cambio. Por eso el organismo libera en este periodo mas endorfinas (hormona de la felicidad), mas testosterona y estrógeno (hormonas sexuales masculinas y femeninas) con el fin de despertar y reactivar el organismo. Este cambio tiene en primer lugar, un coste de energía al cuerpo, que responde con una sensación de cansancio.
el cambio de inverno a primavera, causa una situación de "jet lag" para el organismo, que puede durar 2-4 semanas. Según el Prof. Dr. Walzl, el cambio de inverno a primavera, causa una situación de "jet-lag" para el organismo, que puede durar 2-4 semanas. Si hay además cambios repentinos del tiempo, este período de ajuste incluso se puede prolongar un poco mas. En otras palabras: el sueño del invierno tiene que ser finalizado antes, a fin de que se pueda realmente disfrutar de los colores vivos y del aire fresco de la primavera.
Los días con mucho sol, nos ayudan a aguantar este periodo, pero cuando no podemos influenciar el tiempo, existen instrumentos para aliviar los síntomas típicos de la fatiga de primavera, como el aire fresco, los ejercicios deportivos, ademas de una nutrición adecuada, siendo esta complementada con recursos naturales en forma de suplementos dietéticos.
Las causas de la fiebre de primavera
La causa de la fiebre de primavera, todavía no esta completamente investigada. Lo cierto es que las dos hormonas endógenas, la serotonina y la melatonina, están involucradas en la aparición de los síntomas de la fatiga, de problemas de circulación y de mareos.
1. La serotonina es responsable de la "activación" del cuerpo y del animo. Esta hormona se produce bajo la influencia de la luz. Los estímulos de luz alcanzan el hipotálamo (una glándula en el cerebro) que controla la producción de serotonina. Cuanto más tiempo el cuerpo esta expuesto a la luz natural, más serotonina puede producir el hipotálamo.
El aumento de la radiación solar en la primavera aumenta de esta manera la producción de serotonina. El incremento de la serotonina frena al mismo tiempo la producción de la melatonina, que tiene como tarea principal la de promover y asegurar el sueño.
Para superar la fiebre de primavera y estos efectos que son lógicamente contraproducentes. Estas alteraciones de hormonas que dependen de la influencia solar, pueden conducir a una confusión en el cuerpo, ya que un día predomina la serotonina y otro día la melatonina.
La climatóloga alemana Dr. Angela Schuh dice al respecto:
"Estos cambios afectan al cuerpo, y es por eso por lo que estamos cansados". Esta declaración fue confirmada en un reciente estudio de la Universidad Georgetown en Washington acerca de los síntomas típicos de fiebre de primavera. El resultado de este estudio, demuestra que en primer lugar los niveles bajos de serotonina y dopamina (sustancia mensajera que esta involucrada en la regulación del ánimo) son los responsables de este "jet-lag" del organismo.
2. Otra razón más mundana para el cansancio en la primavera es la siguiente:
Cuando los días se alargan, muchos se van mas tarde a la cama, pero como tienen que levantarse a la misma hora que en inverno, les faltan unas horas de sueño, y suelen estar cansados durante el día. Este fenómeno es comparable con el cambio del horario inverno/verano. Muchas personas necesitan semanas para adaptarse al nuevo ritmo. Y esta fase de adaptación exige del organismo un esfuerzo considerable.
Durante el invierno existe la tendencia a comer más calorías (especialmente mas carbohidratos y más grasa) que en el verano. Sin embargo debido a los cambios hormonales, y a comienzo de la primavera el cuerpo necesita más vitaminas y proteínas de lo normal, o incluso sus almacenes están vacíos después del invierno y tienen que ser rellenados.
Los síntomas de la fiebre de primavera
- Fatiga a pesar de una duración adecuada del sueño
- Mareo
- Insuficiencia circulatoria
- Irritabilidad
- Dolor de cabeza
- Dolores en las articulaciones
- Languidez
- Sensibilidad al cambio del tiempo
Nota: Si estos síntomas duran mucho más tiempo de lo normal, los médicos recomiendan, por razones de seguridad, un chequeo de las tiroides para descartar una sub-función.
¿Qué hacer contra el cansancio de primavera?
Con el fin de relanzar la producción de serotonina, lo mejor es estar al aire libre el mayor tiempo posible y realizar regularmente actividades físicas, que estabilicen tanto la circulación sanguínea, como el sistema inmunológico. El ciclismo es por lo tanto, la forma ideal de combinar aire fresco con un esfuerzo físico.
Además a través una dieta adecuada se puede lograr mucho. Es mejor tomar durante el día varias comidas pequeñas y ligeras, que no tres opulentos platos. Se recomienda una dieta rica en yodo, con ensaladas, frutas y verduras crudas o cocidas. Así por un lado el tracto gastrointestinal puede cumplir sus tareas de forma relajada, y por otro, el cuerpo suministra energía uniformemente durante el día.
Una dosis alta de vitamina E es en este caso, una arma eficaz contra la fatiga.El científico americano Prof. Dr. Jeffrey Bland ha demostrado que personas que padecen el cansancio de la primavera presentan una grave carencia de vitamina E. Una dosis alta de vitamina E es en este caso, un arma eficaz contra la fatiga.
La vitamina E se encuentra en muchos alimentos como el salvado de trigo, el germen de trigo, el aceite de germen de trigo, la leche, productos lácteos, frutos secos, cereales integrales y huevos.
A menudo se observa también en las fases iniciales de la fiebre de primavera, una deficiencia de hierro. Un consumo regular de semillas de girasol, remolacha roja, productos de soja, y carne de pollo pueden solucionar este problema.
También hay que tomar mucho líquido. La falta de líquido aumenta la sensación de fatiga. Para evitar este efecto se recomienda beber como mínimo 1,5 litros de agua por día. El café y el té negro no se incluyen en estos 1,5 litros porque privan al cuerpo del agua.
Otra sugerencia: una cura a base de plantas durante una semana, todos los días 3 veces 1 taza de té de ortiga, y la semana siguiente 3 veces 1 taza de té de diente de león.
Las recomendaciones concernientes a los dulces son contradictorias
Los dulces causan un rápido aumento de azúcar en la sangre, pero en cambio la expulsión de insulina resulta en una bajada aun mas notable. Y un nivel demasiado bajo de azúcar en la sangre, amplifica el cansancio y la fatiga aún más. Por otro lado, los dulces también aumentan los niveles de serotonina. En este campo cada individuo tiene que encontrar la dosis adecuada que corresponda a sus necesidades.
En caso de fatiga continua, los suplementos dietéticos también pueden ayudar a rellenar las reservas de vitaminas, minerales y oligoelementos que durante el invierno fueron utilizados.
Los suplementos dietéticos mas efectivos en caso de fiebre de primavera son:
- Las así llamadas "gotas de urgencia" (gotas de rescate)
- La coenzima Q10
- Jalea Real
- Vitaminas A-Z
- Hierba de San Juan
1. Las "gotas de urgencia" (gotas de rescate):
Se trata de una mezcla especial de jengibre y espino blanco. El espino protege el corazón, asegurando una mejora de la circulación en los vasos coronarios para que puedan utilizar de forma mas efectiva el oxigeno. Este apoyo es una ayuda importante en caso de tensión nerviosa, ansiedad y problemas psicológicos, tales como los llamados "dolores de corazón" en Alemania, que en nuestras zonas se llaman "penas de amor".
Además el jengibre aumenta la fuerza contráctil del músculo del corazón, actúa como regulador de la vasodilatación y de la vasoconstricción y ayuda a prevenir las náuseas y los vómitos.
2. La coenzima Q10
La generación de energía depende, entre otras cosas, de la cantidad disponible de la coenzima Q10!En este punto sólo podemos mencionar brevemente el papel que juega el Q10 en el campo de la fatiga de la primavera y del letargo general. La Q10 es una enzima que aparte de su efecto antioxidante es especialmente responsable del suministro de energía de nuestro organismo. Órganos con alta demanda de energía como el corazón, los músculos y el cerebro también se benefician de un suplemento adicional de Q10.
A medida que el corazón trabaja sin parar, se necesita una gran cantidad de energía. Las mitocondrias (las "fabricas de energía") que se encuentran en las células del músculo del corazón en cantidades abundantes, suministran esta energía. Esto quiere decir que la generación de energía depende entre otras cosas, de la cantidad disponible de la coenzima Q10!
3. La Jalea Real
Es el alimento exclusivo de la abeja reina. Es rico en vitaminas, minerales y oligoelementos, y demuestra como la miel, el propóleo y el polen realizan en los seres humanos un efecto muy positivo. La Jalea real aumenta la resistencia al estrés físico y mental, y esto lo necesitamos de verdad cuando el cambio del inverno a la primavera nos priva la energía.
4. Las vitaminas A-Z
Un complejo importante para el organismo tras el largo parón invernal.
5. La hierba de San Juan
Es un remedio natural, ideal para aumentar la serotonina, obteniéndose una mejora de la disposición del animo. Pero esta no actúa de forma instantánea, la hierba de San Juan muestra su efecto positivo, no antes de 3-4 semanas de tratamiento.
Resumen
La fiebre de primavera es en realidad una especie de "mini-jet-lag". El reloj interno de nuestro organismo todavía está programado para el invierno y su transición a días más largos y temperaturas más altas requiere tiempo y energía. Nuestro cuerpo pasa la temporada fría y oscura en un "modo de ahorro" o como se dice en los países anglo-americanos en "standby".
Para nuestros antepasados la capacidad biológica de vivir "una marcha atrás" era fundamental porque en esta época en los meses de invierno había mucho frio pero poca comida y poca luz. Hoy en día estas circunstancias de vida han cambiado, pero el cuerpo aun no ha podido adaptarse completamente. Cuando el invierno se va y llega la primavera, muchas personas quieren llevar su organismo de un día para otro de de 0 a 100. Pero el cuerpo humano no es un coche deportivo.
El médico Dr. Dieter Kunz, director de la División de Medicina del Sueño en el Hospital St. Hedwig en Berlín dice: "En la primavera el hombre siempre ha querido mucho más de lo que puede, pero se está quedando siempre atrás de sus deseos".