La fruta
Aunque es originario de China, el yuzu (Citrus junos) es un cítrico apreciado en Corea y muy especialmente en Japón. De hecho, el nombre proviene del país nipón, lugar donde también se cultiva mayormente.
La planta es un arbusto de lento crecimiento, con muchas espinas y unas hojas que desprenden mucho aroma. En comparación con otras plantas de la familia de los cítricos, el yuzu resiste bien las bajas temperaturas, una ventaja añadida, ya que es con la llegada del frío cuando se produce la maduración y el mejor momento para recoger la fruta. Aunque también se puede recolectar en verano, cuando todavía está verde.
El yuzu es fruto del cruce entre cítricos, lo que ha dado como resultado una fruta del tamaño de una mandarina (hay quien la compara con una naranja pequeña o un mini pomelo, pero, en definitiva, como todos los cítricos se parecen, nos hacemos a la idea), tiene una gruesa y rústica piel, que va del verde al amarillo anaranjado cuando madura, múltiples pepitas y un sabor que dificulta su consumo directo.
Como todos los cítricos, es rico en vitamina C. El yuzu contiene más vitamina C que el limón, pectinas y polifenoles.
Cómo se emplea en cocina
Existen diferentes variedades de yuzu. Unas más dulces, otras con una piel más gruesa y rugosa, otras con más forma de limón, otras donde lo que interesa es la flor, no la fruta... Cada variedad tiene sus características que determinarán el uso que se quiera hacer.
En cocina, lo que se valora esta fruta son su aromática piel y el zumo. El yuzu es muy versátil y se pueden preparar deliciosos postres, mermeladas, aliños, salsas… incluso una conocida marca comercial de chocolatinas tiene su versión combinada de chocolate con yuzu en Japón.
También en Japón se prepara una salsa típica llamada yuzu kosho. Se trata de una salsa picante que se elabora con piel de yuzu, pimientos verdes y sal.
Del yuzu verde se emplea la piel para condimentar ensaladas y para preparar vinagretas.
Con el zumo se elabora el ponzu, una salsa tradicional japonesa. El zumo también es muy utilizado para la elaboración de bebidas, siropes, postres de diferente tipo o para enriquecer platos de carne y pescado.
Ya fuera del mundo culinario, otro uso que se le da a la fruta es el de tomar un yuzuyu, es decir, un baño de yuzu. El baño de yuzu no es otro que el de añadir unas cuantas de estas frutas al agua caliente y bañarse en ella. El objetivo de estos baños es el de proteger contra los resfriados, facilitar el flujo sanguíneo, relajar y nutrir la piel. Todo ello gracias a la acción de los aceites esenciales mezclados con el agua. El yuzuyu es una tradición que se realiza cada año durante el solsticio de invierno.
Si eres un atrevid@ en cocina y te apetece experimentar con cosas nuevas, sin duda, el yuzu es ideal para aportar exotismo a tus platos. ¿Te animas?