Aunque el resfriado común es una enfermedad leve y pasajera, es muy contagioso y todos somos susceptibles a la infección. Incluso varias veces durante la misma temporada, ya que el resfriado puede ser causado por distintos tipos de virus.
Para ello, lo mejor es aplicar medidas preventivas y, si finalmente no nos libramos, que los virus nos alcancen con las defensas bien altas:
- El contacto con otros: los virus causantes del resfriado se propagan por el aire y el nivel de contagio es muy alto. Es por eso por lo que una de las mejores fórmulas la tenemos en evitar el contacto directo con personas infectadas. No acercarse demasiado, no tocarlas ni tocar objetos que hayan tocado. Puede sonar algo drástico, pero realmente es importante poner distancia entre nosotros y los virus.
- Medidas higiénicas: desinfectar superficies y desinfectarnos nosotros con frecuencia ayudará, y mucho, a reducir el riesgo de infección. Limpiar aquellos objetos que puedan haber tocado otras personas y evitar tocarnos las mucosas (ojos, nariz, boca) sin habernos lavado las manos previamente. Tener siempre a mano un gel o espray desinfectante nos va a ir muy bien.
- Ventilación: la ventilación es clave en esta época del año. La acumulación de gente en espacios cerrados es quizá una de las vías de contagio más habituales. Ventilar la casa y el lugar de trabajo (si es posible) a diario y evitar al máximo estar en espacios poco ventilados y llenos de gente.
- Sistema inmunológico: independientemente de las barreras físicas que pongamos para evitar la entrada de los virus, es muy importante que, si consiguen traspasar esta primera línea de defensa, se encuentren con la segunda: nuestro sistema inmunológico. Una correcta alimentación, evitar los hábitos tóxicos, descansar suficientemente, evitar el estrés crónico, sintetizar vitamina D a través de la exposición al sol y practicar deporte de forma habitual son los pilares básicos para el mantenimiento sano y fuerte de nuestras defensas. Y, si hace falta, combinarlo con algún complejo vitamínico destinado a ello.
- Un acto de responsabilidad: Algo que hasta no hace mucho solo veíamos en países asiáticos como Japón, en la actualidad y después de pasar por una pandemia mundial, parece que ha empezado a arraigar en occidente. Nos referimos al uso de mascarillas cuando estemos resfriados. Excepto las muy específicas que nos protegen del exterior, las más habituales (mascarillas quirúrgicas, mascarillas de tela) evitan que nosotros contagiemos a los demás. Otro acto de responsabilidad es cubrirnos totalmente nariz y boca al toser o estornudar, lavarse las manos después de hacerlo y usar pañuelos desechables.
Como puedes ver, aplicando estas sencillas pautas tus posibilidades de librarte de un buen catarro van en aumento.