El mijo es un cereal con gran tradición de consumo en los continentes africano, de donde es originario, y asiático. En los países occidentales, aunque cada vez es más conocido, su consumo queda prácticamente reducido para quienes siguen una dieta vegetariana o para el colectivo celíaco, ya que no contiene gluten.
Al menos en nuestro país, el mijo, hasta no hace mucho era lo que comprábamos como alimento para pájaros.
Nutricionalmente, el mijo es rico en carbohidratos, no muy alto en proteínas y pobre en grasas.
Lo que destaca del mijo en cuanto a micronutrientes es la cantidad de manganeso que podemos encontrar en 1 ración (60 g crudo): alrededor de 1 mg, lo que ya cubre el 50% de nuestras necesidades diarias de manganeso.
El mijo es también rico en cobre, en fósforo, en magnesio y en hierro.
Y en cuanto a las vitaminas, los folatos, la niacina, la tiamina, la vitamina B6 y la riboflavina destacan por encima de las otras.
¿Qué beneficios nos aporta?
Como ya hemos señalado, el mijo es rico en manganeso, un mineral traza esencial con importantes funciones sobre el metabolismo de carbohidratos y aminoácidos, entre los que destaca su papel indispensable en la transformación del glutamato en glutamina. Como antioxidante, el manganeso es indispensable a nivel mitocondrial. Contribuye, además, a la cicatrización de las heridas, a la absorción de algunas vitaminas y ayuda a reforzar el tejido óseo y el cartílago.
Estamos, también, ante un cereal con importantes aportes energéticos por su contenido en carbohidratos y uno de los más abundantes en proteínas. Su abundante contenido en fibra, sobre el 10%, lo convierte en un aliado de nuestro sistema digestivo.
Como buen cereal, es rico en vitaminas del grupo B, conjunto de vitaminas con diferentes papeles que favorecen nuestro sistema nervioso, ayudan a la función psicológica y cerebral y contribuyen a la reducción del cansancio y la fatiga.
Mijo para el cabello
El interés del mijo en relación con la salud de nuestro cabello es por su contenido en silicio.
El silicio es un metaloide del cual, aun se están realizando estudios para determinar si realmente se trata de un nutriente esencial, qué tipo de silicio es el más beneficioso y si existieran dosis de consumo.
Sabemos que el silicio ejerce funciones sobre piel, cabello y uñas, adoptando un papel clave para mantener la integridad estructural de las mismas. Además, favorece la biosíntesis de colágeno, actúa sobre la mineralización ósea y mantiene la flexibilidad de vasos sanguíneos, entre otros.
¿Se trata entonces de un elemento esencial para nuestro tejido conectivo? Pues, hasta el momento no se sabe aún. Lo que está claro es que se ha observado que el déficit de silicio debilita las estructuras, el cabello pierde fuerza y se vuelve quebradizo.
La piel, las uñas y los huesos también salen beneficiados del consumo de silicio.
Aumentar el consumo de silicio ayuda a fortalecer el cabello y a devolverle su salud y belleza natural.
Podemos obtener silicio de los alimentos. Especialmente los cereales son ricos en este metaloide, y el mijo es uno de sus representantes. Es por eso que es fácil encontrar complementos destinados a la salud capilar donde entre sus ingredientes está presente el mijo.
Épocas del año o situaciones en las que nuestro cabello pierde fuerza, aumentar el consumo de silicio, ya sea en forma de alimento o como complemento, puede ayudar a recuperar tu melena.
