Ashwagandha. Remedio ayurveda en casa

Desde la India más antigua nos llega la ashwagandha, una planta con propiedades adaptógenas de la que se aprovecha la raíz y las hojas. Conozcamos un poco más esta planta de tradición milenaria utilizada por la medicina ayurveda.

Ashwagandha (Withania somnifera) es el nombre dado a una planta perteneciente a la familia de las solanáceas, la misma a la que pertenecen verduras como las berenjenas, pimientos y tomates, además de las patatas y otras plantas como las petunias o las antemonias.

La ashwagandha es conocida también simplemente como withania o ginseng indio y en nuestro país como oroval o bufera. Es originaria de India y Sudáfrica, encontrándose además en el norte de África, en las islas que componen la llamada Macaronesia, sur de Europa, Sri Lanka y Pakistán.
De ella se utilizan las raíces, principalmente y también las hojas.

En la medicina tradicional india ayurveda, la ashwagandha es bien conocida y considerada como rasayana, algo así como una sustancia para mejorar la calidad de vida, para el rejuvenecimiento y la longevidad. 

La ashwagandha es una planta considerada adaptógena, como también lo son el ginseng y la rhodiola, entre otras.

Un concepto moderno

El término adaptógeno fue acuñado por los soviéticos y surge de la teoría de la capacidad de una planta por adaptarse o tolerar las adversidades. Una característica que el compuesto o sustancia responsable transferiría al organismo humano sin dañarlo una vez se consume.  

El concepto "adaptógeno" tiene un origen tan poco romántico como el afán de un país por tener soldados más resistentes. Aunque es en plena segunda guerra mundial que se inicia la búsqueda de sustancias que ayuden a mejorar las capacidades físicas de las tropas rusas, el concepto "adaptógeno" surge durante la guerra fría, una época en la que las dos principales potencias mundiales, Estados Unidos y Unión Soviética, se ciñen en una constante "batalla" para demostrar su superioridad frente al otro y ganar aliados. Y no solo estamos hablando de tecnología, también existía una competencia acérrima para ver quien poseía unos activos biológicamente superiores: Trabajadores, soldados e incluso atletas con las mejores cualidades físicas: más productivos, más fuertes y más resistentes.

Adaptarse sin estimularse ni relajarse

Para que una planta tenga propiedades adaptógenas o, mejor dicho, para que una planta o sustancia pueda definirse como adaptógena debe cumplir con una serie de requisitos:

  1. Debe ser seguro para el organismo humano. Es decir, no puede causar efectos secundarios, ni causar adicción, ni toxicidad alguna.
  2. Debe presentar efecto normalizador. Es decir, mantiene el equilibrio. Ayuda a alcanzar el óptimo rendimiento sin alterar la homeostasis.
  3. Debe producir una respuesta al organismo que se traduzca en aumentar la resistencia, mejorar la respuesta al estrés, ya sea este de origen físico, psicológico o ambiental.

Un adaptógeno no debe confundirse con un estimulante ni un relajante. Lo que se busca en un adaptógeno es aumentar la capacidad de un organismo a ajustarse a diferentes situaciones. No se busca una respuesta contraria a lo que se quiere hacer frente. 

La ashwagandha, la planta adaptógena ideal

Como hemos señalado al inicio del post, en medicina ayurvédica la ashwagandha es bien conocida y muy valorada. Se utiliza para la longevidad y la vitalidad, algo que de alguna manera concuerda con su clasificación como planta adaptógena.

Accediendo a la base de datos de Pubmed y tan solo escribiendo en su buscador "Withania somnifera" aparecen más de 1000 resultados de estudios dedicados a esta planta. Y es que, parece ser que la ashwaganda es una planta interesante para diferentes aspectos de nuestra salud.

Los witanólidos, uno de sus principales componentes, serían los responsables de las diversas y más conocidas funciones detectadas entre las que destacan sus propiedades antioxidantes, antiiflamatorias e inmunomoduladoras. Otros componentes flavonoides también con acción antioxidante y diversos alcaloides con función relajante y antiespasmódica completan el abanico de actividades de esta planta tan apreciada.

Adaptación al estrés

El estrés es una situación o mecanismo que se inicia en un individuo como respuesta física a determinados estímulos. Puede ser provocado por un exceso de demanda o exigencia superior al normal.

El estrés en sí no tiene porqué ser malo. De hecho, biológicamente el estrés está "pensado" para la propia supervivencia.  El problema radica cuando una situación de estrés se cronifica, no permitiendo que el cuerpo "baje la guardia", afectando, a la larga, nuestra salud.

En nuestra sociedad, el estrés está más relacionado con situaciones emocionales (trabajo, presión social, relaciones personales…) lo que contribuye a la aparición de problemas de ansiedad, depresión así como afectaciones cardiovasculares, inflamación y problemas metabólicos, entre otros.

Entre las principales propiedades de la ashwagandha se encuentra su capacidad para ayudar a nuestro organismo a adaptarse mejor a una situación de estrés. Se ha observado que la ashwagandha influye sobre los niveles de adrenalina y cortisol, hormonas implicadas en la respuesta al estrés. Tiene efectos estabilizantes ayudando también a reducir el estrés mediante el incremento de receptores de dopamina.

Función sexual y fertilidad

La ashwagandha ha sido prescrita también tradicionalmente para tratar diversos problemas sexuales. Desde la infertilidad hasta la impotencia sexual.

Varios estudios han abordado las diferentes situaciones y cabe decir que los resultados son prometedores.

Uno de los más destacados es su capacidad para ayudar a mejora la función sexual femenina. También se ha apreciado mejora en la calidad del esperma en hombre y un aumento de los niveles de testosterona.

Deportistas

Su acción sobre las personas que realizan deporte puede extrapolarse para deportistas de fuerza y resistencia.

Existen algunos estudios en los que la ashwagandha ha mostrado resultados positivos para mejorar la fuerza muscular.

>Por otro lado, en lo referente a enteramientos de resistencia, se ha observado una más rápida recuperación muscular.

Por su respuesta al estrés, la ashwagandha podría ser de ayuda para el deportista en épocas especialmente estresantes e incluso cuando existe sobreentreno.

Esta es una pequeña muestra de lo que la ashwagandha puede ser de ayuda. La larga lista de beneficios que nos aporta hace del ginseng indio un verdadero aliado.

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