¿Qué son?
Pese a que generalmente nos refiramos a los aminoácidos como las unidades básicas de las que están hechas las proteínas, la realidad es que no todos los aminoácidos están presentes en ellas. De hecho se conocen varios centenares de aminoácidos, dependiendo de la fuente de consulta se hace referencia entre 250 y 500, siendo tan solo 20 los que forman las proteínas. Son los llamados aminoácidos proteinogénicos.
Aunque debemos añadir que este dato tampoco es del todo correcto, ya que en los últimos años se han descubierto 2 aminoácidos proteinogénicos más, uno en 1986 y el último en el año 2002.El aminoácido descubierto en 1986 recibió el nombre de selenocisteína, al descubierto en 2002 lo llamaron pirrolisina.
Todo y así, se sigue indicando que son 20 los aminoácidos necesarios para la formación de las proteínas porque son los que están presentes en todos y cada uno de los seres vivos.
Clasificación
Existen varias formas de clasificar un aminoácido. La clasificación nutricional clásica lo hace según podamos sintetizarlos o no. De esta forma los identificamos como:
Aminoácidos esenciales: como su nombre indica, son aquellos que deben aportarse con la dieta ya que nuestro organismo es incapaz de fabricarlos. Como aminoácidos esenciales están la fenilalanina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, treonina, triptófano y valina.
Aminoácidos no esenciales: nuestro cuerpo puede sintetizarlos. Estos son ácido aspártico, ácido glutámico, alanina, prolina, glicina, glutamina, serina, asparagina, tirosina, arginina y cisteína.
A su vez, arginina, glutamina, cisteína, glicina, prolina y tirosina entrarían en una subclasificación llamada aminoácidos condicionalmente esenciales, ya que, pese a no ser esenciales en condiciones normales, pueden llegar a serlo en algunas circunstancias como puede ser el caso de los bebés, un aumento de la demanda, ya sea por enfermedad, lesión, cirugía, e incluso en situaciones de estrés.
Definir al aminoácido como la estructura básica de la proteína es correcto, pero hay que tener en cuenta que las proteínas son muy complejas y de las que continuamente se hacen descubrimientos.
Una proteína puede estar formada por una o varias cadenas de aminoácidos. Además, la secuencia de aminoácidos que la formen y longitud de la cadena o cadenas determinará la forma, como interactúa con su ambiente y sus funciones.
Funciones
Si bien es habitual hacer la siguiente relación: aminoácidos = proteínas = músculo, no solo en la masa muscular encontramos aminoácidos. También nuestra piel, articulaciones, sangre, uñas y cabello, entre otros, los contienen. Además, son parte de las enzimas, hormonas y neurotransmisores ampliando, de esta manera su importante papel en los organismos vivos.
Por poner unos ejemplos, los aminoácidos proporcionan energía, reparan daños y forman tejido muscular. Tienen una función estructural, inmunitaria, participan en el equilibrio ácido-base y en el transporte de moléculas.
Como vemos, los aminoácidos son indispensables para la vida y el déficit de alguno de ellos supone un importante problema nutricional.
- Fenilalanina: actúa básicamente a nivel cerebral. Implicada en la síntesis de neurotransmisores que inducen al bienestar.Todos los aminoácidos proteinogénicos son necesarios para la construcción muscular.
- Histidina: precursora de la histamina, compuesto relacionado con la respuesta del sistema inmunitario, estimula la producción de ácido clorhídrico en el estómago, es necesaria para la regeneración de tejidos y actúa como neurotransmisor con funciones relacionadas con los sistemas de alerta y el ciclo de sueño-vigilia además de ayudar a mantener las vainas de mielina.
- Isoleucina: forma parte, junto a la leucina y la valina, de los aminoácidos ramificados (AARR), muy consumidos entre deportistas. Está implicada en la producción de hemoglobina y la función inmunológica.
- Leucina: junto a la valina y la isoleucina es uno de los componentes de los AARR, también conocidos por sus siglas en inglés, BCAA. La leucina interviene en la síntesis y desarrollo muscular, así como a su reparación y cicatrización de heridas. Previene la degradación muscular y regula los niveles de azúcar en sangre. Implicada también en la correcta salud mental.
- Lisina: fundamental para la formación de colágeno, por lo que es sumamente importante para el mantenimiento del tejido conectivo. Este aminoácido es habitual encontrarlo como complemento alimenticio para el tratamiento del Herpes.
- Metionina: junto a la lisina, contribuye a la formación de carnitina. Por su contenido en azufre, la metionina es muy beneficiosa para el mantenimiento de la piel, las uñas y el cabello. Ayuda también a la absorción de los minerales selenio y zinc.
- Treonina: involucrada en la formación de enzimas digestivas, de colágeno, en el metabolismo de carbohidratos y grasas y es un buen protector hepático.
- Triptófano: uno de los aminoácidos más conocidos por su importante papel en la formación de serotonina, neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo, induciendo a la tranquilidad y la relajación. También es necesario para la síntesis de melatonina, la hormona del sueño, y de niacina.
- Valina: aminoácido ramificado que comparte grupo con la leucina y la isoleucina. imprescindible para evitar la degradación muscular, promover la construcción y la reparación de tejidos.
- Ácido aspártico: otro de los aminoácidos de uso habitual entre deportistas, sobre todo dentro del ámbito del fitness y el culturismo. Utilizado para ayudar a la recuperación muscular postentrenamiento y está relacionado con la producción de testosterona.
- Ácido glutámico: este aminoácido no esencial está implicado en la formación de otros aminoácidos. Se encuentra en gran concentración en las neuronas cerebrales y actúa como agente neurotransmisor.
- Alanina: está implicada en el metabolismo de la glucosa, de la vitamina B6 i del triptófano. La alanina se metaboliza en glucosa dentro del músculo, por lo que puede utilizarse como fuente de energía muscular. Como todos los aminoácidos, es necesaria para la síntesis proteica.
- Arginina: como precursor del óxido nítrico, la arginina favorece la vasodilatación, por lo que es consumida como complemento alimenticio por practicantes de culturismo. Es también consumida por personas que tienen hipertensión y a ciertas dosis se administra como tratamiento para aliviar los síntomas que provoca la angina de pecho.
- Asparagina: se forma a partir de ácido aspártico y amonio. Es precurisor del neurotransmisor GABA y está implicada en funciones a nivel cerebral y del sistema nervioso.
- Cisteína: sintetizada a partir de la metionina, la cisteína es a la vez precursora de otro aminoácido, la taurina. Actúa como antioxidante y desintoxicante. La unión de dos cisteínas forman cistina, un dímero que contribuye al crecimiento del cabello y las uñas y al mantenimiento de la piel.
- Glicina: con ella se sintetiza colágeno, elastina y creatina entre otros compuestos. Además, en el sitema nervioso actúa como un neurotransmisor inhibidor. Pese a ser un aminoácido no esencial, parece ser que nuestro organismo no lo fabrica en cantidades suficientes, por lo que es importante aportarlo con los alimentos o suplementarlo.
- Glutamina: se trata del aminoácido con mayor presencia en nuestro sistema muscular. Actúa neutralizando el exceso de ácido muscular, formado con la práctica del ejercicio de alta intensidad. Aunque la glutamina pueda ser sintetizada y sea uno de los aminoácidos más abundante, algunas situaciones patológicas pueden dar lugar a pérdidas importantes, motivo por el cual se lo considera condicionalmente esencial.
- Prolina: al igual que otros aminoácidos, está implicada en la formación de colágeno. Ayuda a mantener la salud de la piel, cabello y uñas.
- Serina: la serina es muy importante para nuestro sistema nervisoso, ya que forma parte de las vainas de mielina, sustancia que cubre y proteje los axones de las neuronas y que permite que los impulsos eléctricos se transmitan con mayor rapidez. Además, ayuda la formación de triptófano y otros compuestos como la creatina, porfirinas y purinas. Ayuda al mantenimiento de la hidratación de la piel, al correcto funcionamiento del sistema inmunológico y al metabolismo de las grasas, entre otros.
- Tirosina: formada a partir del aminoácido esencial fenilalanina, la tirosina es precursora de hormonas tan importantes como la tiroxina, dopamina, adrenalina, noradrenalina y melanina, el pigmento que da color a nuestra piel y cabello.
Fuentes
El aporte adecuado y equilibrado de aminoácidos se cubre mediante una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades individuales.
Las fuentes de aminoácidos las encontramos principalmente en los alimentos de origen animal, carnes, pescados, lácteos y huevos. Son, lo que llamamos, fuentes de proteína de alto valor biológico, es decir, proteínas que contienen todos los aminoácidos esenciales.
Los alimentos de origen vegetal son también una buena fuente proteica, aunque, mayoritariamente suelen ser deficitarios en algún aminoácido y/o no estar biodisponibles, por lo que conviene aportar variabilidad.
Por otro lado, lamentablemente, dependiendo de las circunstancias o de nuestros hábitos alimentarios, no siempre se logra que la dieta contenga la suficiente cantidad de aminoácidos o que sean de calidad. A lo que se puede sumar que nos encontremos en alguna situación donde haya un aumento de la aumentada. Es entonces cuando puede hacerse necesaria la suplementación.
A la hora de escoger un complemento alimenticio dependerá de nuestras necesidades y objetivos. El mercado nos ofrece proteínas, BCAAs, aminoácidos, aminoácidos esenciales e incluso si buscamos algún aminoácido concreto, podemos encontrarlo.