Fumar es una mala elección, de ello no hay ninguna duda al respecto. Pero si usted todavía no consigue dejar de fumar, debe saber que el ejercicio puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón.
En un estudio realizado con mujeres de edad avanzada, los investigadores encontraron que los fumadores que eran físicamente activos, tenían un riesgo de un 35 por ciento menor de cáncer de pulmón que los fumadores sedentarios.
El estudio en el que participaron cerca de 42.000 mujeres se inició en 1986. A finales de 2002, de las 36.410 participantes, existían 777 casos detectados de cáncer de pulmón.De las cuales, 125 eran no fumadoras, 177 eran ex fumadoras y 475 eran fumadoras activas.Entre las 475 fumadoras activas afectadas, 324 no hacían actividad física alguna, mientras que entre las fumadoras activas que si lo realizaban se contabilizaban 151 casos de cáncer de pulmón.
No obstante, la mayoría de los expertos creen que la reducción es trivial, ya que fumar es arriesgado de todas maneras. El Centro de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Universidad de Pensilvania, concluye que para los fumadores la mejor opción que podemos elegir es dejar de fumar. Aquellos que dejan de fumar, tienen entre 10 y 11 veces menos de probabilidades de desarrollar un cáncer de pulmón.
