Un subproducto muy "top"
Puedes referirte al saccharomyces cervisiae como hongo, microorganismo, levadura o fermento. Todas las formas son correctas.
A parte de agua y lúpulo, para la elaboración de la cerveza se necesitan otros 2 ingredientes muy importantes: malta (de cebada o trigo) y una levadura o microorganismo llamado saccharomyces cerevisiae, que transforma el azúcar de estos cereales en alcohol. Esta transformación se hace mediante un proceso denominado fermentación alcohólica.
Tras el proceso de fermentación, las levaduras ya no son necesarias, por lo que deben separarse de la cerveza. Estamos entonces ante un subproducto que la industria cervecera no utiliza pero la industria alimentaria, farmacéutica y veterinaria, sí.
Para que la levadura de cerveza pueda ser consumida debe antes limpiarse, deshidratarse y pasteurizarse. A partir de aquí ya se puede preparar en diferentes formatos para el consumo humano: polvo, copos, comprimidos o cápsulas.
La levadura sin desecar, húmeda, mantiene aun actividad biológica y también se comercializa.
Hay que señalar que no se trata del microorganismo vivo, ya que las altas temperaturas a las que se somete para su producción mata el fermento.
Composición nutricional
Algo que destaca de la levadura de cerveza es su alta proporción en proteína, más del 40% de su composición son proteínas de elevada digestibilidad y especialmente ricas en los aminoácidos treonina y lisina.
Estamos, por tanto, ante un producto proteico que puede ayudarnos a completar las necesidades proteicas. De gran interés, por tanto, para personas que consumen pocos productos de origen animal, vegetarianos, veganos o cuando las necesidades de proteínas se ven aumentadas.
La levadura de cerveza es también conocida por contener vitaminas del grupo B. A excepción de la vitamina B12, que solo se encuentra en alimentos de origen animal y el alga chlorella en poca cantidad, este complemento alimenticio contiene todas las B.
Si ves levadura de cerveza con vitamina B12, es que se la han añadido.
Entre los minerales, salvo alguna variación dependiendo de la fuente de consulta, lo que sí está claro es su importante aporte de cromo. El fósforo, zinc y magnesio son los otros minerales que salen en la lista de los más presentes.
Beneficios
Como hemos señalado, su gran aporte proteico lo convierten en un complemento a la dieta.
La levadura de cerveza puede ser un elemento presente de forma habitual para quien sigue una alimentación baja o sin alimentos de origen animal. Enriquecer las recetas con levadura de cerveza ayudará a llegar a los requerimientos diarios.
Deportistas, así como cualquier otra situación donde las necesidades proteicas pueden estar aumentadas, la levadura de cerveza contribuirá a poder cumplir con las dosis necesarias.
¿Por qué se insiste tanto con las proteínas? Pues, básicamente porque todos los tejidos de nuestro cuerpo están formados por proteínas (masa muscular, tendones, ligamentos, órganos, piel, cabello, uñas). Son un componente estructural y básico. Sin ellas nuestro cuerpo tendría que autoabastecerse, consumiendo las propias proteínas corporales, perderíamos masa muscular, nos debilitaríamos y enfermaríamos.
Un correcto aporte proteico, junto con la actividad física donde se trabaje la fuerza, ayuda a mantener nuestra masa muscular. Un gran órgano que cada día que pasa gana protagonismo por ser un gran protector de nuestra salud.
Las vitaminas del grupo B son otros de los nutrientes que la levadura de cerveza posee en cantidades destacables.
Las vitaminas del grupo B son muy importantes para todo lo referente al sistema nervioso, al funcionamiento mental, a la función psicológica, al rendimiento y a la reducción del cansancio y la fatiga.
Las personas que están estudiando, así como aquellas con trabajos donde exista un gran desgaste mental, son buenas candidatas para el aporte de levadura de cerveza.
De especial interés es este complemento para la salud de las membranas mucosas, la piel, las uñas y el cabello, y es que la levadura de cerveza contiene una gran cantidad de biotina (vitamina B8). ¡La biotina no falta nunca en todo buen nutricosmético!
En caso de piel escamosa, "apagada" e incluso con presencia de acné, uñas quebradizas y débiles, pérdida de cabello, cabello con aspecto encrespado, sin vida, fino, débil... todas ellas son condiciones que pueden estar derivadas de un déficit nutricional. La levadura de cerveza actúa en esta ocasión como nutricosmético, aportando desde dentro lo que nuestros tejidos necesitan para que se note desde fuera.
Ante la presencia de caspa grasa la levadura de cerveza es de gran ayuda para regular la secreción de sebo.
El mineral estrella de la levadura de cerveza es el cromo.
Una vez más los deportistas sacan partido de la levadura de cerveza, ya que este oligoelemento contribuye al correcto metabolismo de grasas, proteínas y carbohidratos.
Las personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2 se pueden beneficiar también en este aspecto. Como ya señalamos en el artículo que escribimos hace unas semanas sobre el cromo, este mineral es deficitario en el 13% de diabéticos y forma parte del factor de tolerancia a la glucosa.
La levadura de cerveza es además un buen complemento para ayudar a estimular el apetito.
En un mundo en el que parece que lo que buscamos es reducirlo, nos olvidamos a veces que existen situaciones en las que interesa todo lo contrario. La anorexia (no nerviosa) afecta sobre todo a personas mayores así como en otras situaciones patológicas. Poder enriquecer la alimentación con un producto que, además de estimular el apetito, es rico en proteínas, vitaminas y minerales, es todo un lujo.
¿Tiene contraindicaciones?
Como todo, existe la tolerancia individual.
Si bien la levadura de cerveza no suele dar problemas, hay quien puede presentarlos cuando empieza a tomarla.
Todo y que se trata de un microorganismo no activo, hay que ir con cuidado en caso de enfermedad intestinal. En caso de enfermedad inflamatoria intestinal e intestino irritable conviene ser especialmente precavidos.
Tampoco estaría indicada en el caso de presentar altos niveles de ácido úrico, así como gota ya que la levadura de cerveza contiene purinas, desaconsejadas en esta patología.
Evidentemente, tampoco es recomendable en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
También ante la toma de fármacos para tratar depresiones y frente a la hipertensión.
En todas estas situaciones, lo primero es, como siempre, consultar con el médico.
La levadura nutricional
¿Qué diferencia hay entre la levadura de cerveza de toda la vida y la levadura nutricional que tanto utiliza quien sigue una dieta vegetariana?
La respuesta es corta: a efectos prácticos, ninguna.
Ambas levaduras provienen del mismo microorganismo. Aunque las diferencias son 2, básicamente.
En primer lugar, la levadura nutricional no se obtiene tras la fermentación de la malta para la elaboración de cerveza, si no que se produce a partir de la caña o la remolacha.
La segunda diferencia es que, no tiene sabor amargo como la primera.
Aunque es posible encontrar levaduras de cerveza desamargadas. En este caso, ser tratará de lo mismo.
