Cuidados perrunos en invierno

Llega el frío ¿Es necesario ejercer algún tipo de cuidado especial sobre nuestros perros? ¿Los perros acusan el frío tanto como las personas? ¿En qué afectan las bajas temperaturas y la humedad? Esta semana os desvelamos algunas claves para que nuestro can pase un mejor invierno.

Aunque parece que cada vez tarda más en llegar, el frío acaba haciendo acto de presencia y, al igual que a nosotros, a nuestros amigos peludos las bajas temperaturas influye sobre varios aspectos de su salud.

Los rigores del invierno afecta especialmente a aquellos perros mayores o enfermos que se encuentran en protectoras de animales y refugios. Es muy importante saber que hay perros más vulnerables que otros respecto al frío. Perros mayores, perros con poco pelo, cachorros, razas muy pequeñas y perros enfermos, sobre todo los aquejados por problemas respiratorios y articulaciones, son los más susceptibles de sufrir cuando las temperaturas empiezan a bajar.

Del mismo modo, existen perros que parecen estar "hechos" para el frío, con un pelaje muy denso, como algunas razas cuyo origen se encuentra en latitudes muy frías.

Esa densidad es gracias a la cantidad de manto inferior, nombre que se le da al pelo fino y suave que se encuentra cerca de la piel.

El pelo del perro es un gran aislante térmico para ellos. Tanto es así que, excepto para esas razas en las que el corte de pelo se hace casi imprescindible (pero sin pasarse), no se aconseja cortarlo ni en verano, ya que con ello consiguen estar protegidos de los rayos solares. Además, en el pelaje del perro se forman cámaras de aire que los mantiene fresquitos en verano y calentitos en invierno.

Suponemos que te habrás fijado que hay 2 épocas del año en las que tu peludo amigo suelta gran cantidad de pelo. Esto sucede en los equinoccios, primavera y otoño, momentos en los que el cuerpo del animal se está preparando para las temperaturas extremas de las otras dos estaciones, verano e invierno.

Del mismo modo, los perros tienen también una capa de grasa que los protege de las bajas temperaturas, capa que será más gruesa en esas razas nórdicas, más preparadas para el frío.

En ambientes con temperaturas bajas más extremas, con esos perros con el pelo más corto y fino y los más vulnerables, podemos aplicar medidas para hacer de su invierno una estación más agradable.

  1. En principio no creemos necesario poner la camita del perro cerca de una fuente de calor cuando llega el invierno. Afortunadamente en nuestras viviendas ya se mantiene una temperatura más que agradable para el can. Como mucho, podemos ponerle una mantita para que pueda protegerse o proteger su cuerpo del frío suelo. No debe sorprendernos si es el mismo perro el que mueve su cama de sitio, buscando un lugar más cálido, o se las apaña para taparse con su manta.
  2. Recuerda que cuando los humanos salimos para nuestras obligaciones diarias (trabajar, estudiar, ir a comprar…), el perro suele quedarse en casa, por lo que seguirá necesitando que la temperatura de tu hogar se mantenga.
  3. Cuando llega la hora de salir a pasear, "vestiremos" al perro siempre que realmente esté pasando frío. Puede que tan solo lo necesite si las temperaturas son muy bajas. Si el perro lo tolera, por supuesto.
  4. Mucho más práctico es un chubasquero para cuando llueve. Llegar a casa mojado con el frío del invierno, no es muy agradable. Por otro lado, hay que secarlo en seguida si se ha mojado.
  5. Si sabemos que nuestro perro pasa frío, podemos aprovechar las horas más cálidas del día para sacarlo más rato, y reducir la exposición cuando las temperaturas son más bajas.
  6. En temperaturas más extremas o si el perro va a estar mucho rato en el exterior (si vamos de excursión a la nieve, por ejemplo), no está de más plantearse proteger las almohadillas de sus patas.
  7. Por supuesto, nada de dejarlo durmiendo a la intemperie. Y menos en invierno ¿A ti te gustaría que te dejaran en el balcón o en el patio cuando llegara la hora de acostarse? Pues, a ellos igual. Como animales gregarios que son, a los perros les gusta dormir con lo que ellos consideran su familia.

La alimentación del perro también cobra importancia en invierno.

Al igual que a nosotros, que se nos antojan comidas más calóricas, para el perro también es puro instinto. El cuerpo pide calorías para reservar y así poder fabricar esa capa de grasa extra que lo resguardará del frío. No es momento, pues, de hacer muchas restricciones calóricas. Y si es así, mejor consultarlo con el veterinario.

Podemos, eso sí, preparar el pelo del perro para el frío mediante ayudas que le proporcionaran nutrientes para que este luzca sano y adaptado a las necesidades que exige la estación. Ácidos grasos o una combinación de vitaminas son las mejores opciones para hacer que su mejor protección contra el frío siga siéndolo.

Muchos perros, sobre todo las razas grandes y los de edad más avanzada, sufren molestias articulares que, con el frío y la humedad hibernal empeora. Ayudas como las que ofrecen los complementos articulares pueden ayudar, no solo a pasar el invierno de forma más cómoda, también el resto del año.

Como animales dependientes de nosotros, está en nuestras manos procurarles el refugio, el alimento y la seguridad que los mantenga protegidos de los rigores del invierno. Pero, sobre todo, y al igual que nosotros, un perro debe disfrutar de las bajas temperaturas sin miedo (sin nuestro miedo).

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