Afecciones invernales: conocerlas, prevenirlas y combatirlas!

¿Por qué se producen?

Nuestro sistema inmunológico se enfrenta continuamente a los efectos que provoca sobre nuestro organismo el paso de una estación a otra.

En invierno, por ejemplo, se enfrenta al frío, que junto a la humedad ponen a prueba nuestra salud.  Gran parte de la población sufre durante estos meses los síntomas comunes de trastornos respiratorios como la gripe o los resfriados, y en muchos casos la tensión muscular, que se produce como consecuencia del frío y que puede provocar dolores en todo el cuerpo.

Lo síntomas comunes de un proceso catarral son producidos por virus, y tienen un gran poder de infección. Estas afecciones son provocadas por los virus. Los virus son agentes externos que para multiplicarse necesitan colonizar una célula o una bacteria en la cual se camuflan o se refugian, y de esta manera se protegen fácilmente de los agentes antiinfecciosos.

Cuando estos entran en contacto con las mucosas que recubren las vías respiratorias, se produce un efecto inflamatorio infeccioso.

Los virus tienen atracción por asentarse y reproducirse en las células del epitelio respiratorio, ocasionando los trastornos que afectan dicho sistema. (nariz, senos paranasales, garganta, laringe, traquea y bronquios) y los síntomas que producen son de origen infeccioso e inciden frecuentemente en la población sin diferenciar zona geográfica, aunque considerablemente son más frecuentes en los países con cambios drásticos de temperatura.

Ante el inminente desarrollo de un trastorno provocado por estos virus, lo más urgente es tratar de frenarlo incrementando la reacción inmunitaria para que dure el menor tiempo posible y se creen las defensas ante una posible reaparición.

Los trastornos respiratorios invernales mas frecuentes

El resfriado común:

Es el típico constipado de invierno que suele aparecer tras la bajada de temperaturas en otoño y el inicio del invierno, es un proceso infeccioso que ataca la mucosa nasal. Es causado por uno de los virus conocido como rinuvirus. Viene acompañado de síntomas que revisten poca gravedad, como:

• Estornudos
• Dolor de garganta
• Congestión y destilación nasal
• Dolor de cabeza
• Dolor de los senos paranasales
• Malestar general
• Cansancio

El resfriado común es altamente contagioso y ataca con mayor frecuencia a los niños y personas mayores. Ademas de niños y adultos mayores, otros colectivos de riesgo son principalmente el personal sanitario, los trabajadores de guarderías infantiles o de residencias al cuidado de gente mayor. Hay que destacar que el resfriado puede presentarse en cualquier época del año, sin embargo es en temporada de frío cuando su índice es más elevado.

La gripe:

Su desarrollo es epidémico y es en invierno cuando se produce un elevado incremento de gripe con complicaciones respiratorias como la bronquitis y la neumonía entre otras.

La gripe es causada por un virus con una enorme capacidad de mutación, es decir que tiene la habilidad de producir cambios estructurales que llevan a generar un importante número de variedades.

Ejemplo:

Cuando pasamos un proceso gripal, quedamos inmunizados ya que el organismo crea las defensas para atacar este virus específico, pero no así contra los demás, por eso cada vez que nos contagiamos de gripe es por una cepa distinta.

Rinitis:

Es una inflamación de la mucosa nasal que normalmente es provocada por virus. Puede ocurrir como consecuencia de una infección respiratoria viral aguda (resfriado). Los síntomas más significativos son una abundante secreción de mucosidad que tapona las fosas nasales, algunas veces estornudos, picor y malestar en general.

Se pueden presentar complicaciones como una infección aguda o crónica en los senos paranasales asociada generalmente con el bloqueo del drenaje de éstos.

Bronquitis:

Es la inflamación de los bronquios (conductos por donde circula el aire hasta llegar a los pulmones) esta dolencia suele ser consecuencia de un catarro mal curado, los síntomas más agudos son la tos, la irritación de estos conductos y el dolor.

Sinusitis:

Se produce cuando se inflaman las membranas mucosas de los huesos de los senos paranasales, son causadas por factores externos que llegan a través del aire y/o como consecuencia de un resfriado, gripe etc. Al inflamarse los conductos de drenaje, se produce una presión muy dolorosa en el área buco-nasal, que muchas veces afecta toda la zona facial interna hasta los ojos.

Los síntomas más agudos son la obstrucción nasal, secreciones muy espesas y abundantes, dolor de cabeza localizado en el seno frontal y al rededor de los ojos.

Faringitis:

Es la inflamación de la mucosa de la faringe (tubo muscular que conecta el aparato respiratorio con el aparato digestivo a través del esófago), los síntomas suelen ser dolor en la zona de la garganta, irritación y sequedad.

Laringitis:

Es la inflamación de la mucosa de la laringe, (es el órgano donde se produce la voz, contiene las cuerdas vocales, es parte importante de la vía aérea y su mecanismo de protección pues evita el pasaje de los alimentos con el reflejo de tos).

Esta inflamación se da generalmente por agentes externos como el frío, la humedad, el humo del tabaco y la contaminación. También puede ser consecuencia de un proceso inflamatorio como la rinitis, la faringitis o la gripe

Los síntomas más comunes de esta afección son el dolor de garganta, la ronquera y la pérdida de voz.

Otitis:

Inflamación que se produce en el oído, y la mayoría de veces se debe a infecciones originadas en la garganta o en las vías respiratorias altas y que se extienden hacia el oído medio a través de las mucosas de la trompa de eustaquio.

Los síntomas suelen ser el dolor de oído, fiebre, tinnitus e irritabilidad.  En caso de una infección más grave puede haber supuración y algunas veces vértigo. La pérdida de audición también puede indicar una infección viral en el oído.

Botiquín natural para prevenir y tratar las afecciones invernales

De todos es sabido que la mejor manera de esquivar los síntomas de los trastornos respiratorios más comunes en la época de frío es manteniéndonos sanos y con las defensas altas. No obstante, muy pocos se libran de padecer alguno de ellos.

Por fortuna, la naturaleza a través de la alimentación nos brinda elementos que nos ayudan a reducir y combatir los molestos efectos de un "trancazo"

La mayoría de vitaminas y minerales los encontramos en una alimentación sana, es decir, en una dieta rica en verduras, frutas, proteínas, etc.  Sin embargo, muchas veces este aporte no es suficiente con la alimentación y debemos recurrir entonces a los suplementos alimenticios que completen las cantidades idóneas para mantener el organismo reforzado.

• La vitamina C: Mejora la resistencia contra los trastornos de origen vírico, es indispensable en todas la edades. La encontramos en casi todas las frutas y verduras, a destacar los cítricos, fresas, col, espinacas, tomates y pimientos.
• La vitamina A: Ayuda a la regeneración de las mucosas respiratorias y tiene actividad inmunoestimulante. La encontramos en verduras de color amarillo a rojos como las zanahorias y de verde oscuro como las espinacas. La leche y sus derivados, el huevo y el aceite de hígado de pescado son también alimentos ricos en vitamina A.
• La vitamina E: En conjunto con el selenio, protege las células de la oxidación y ayuda a mantener el sistema inmunológico reforzado ante posibles ataques de virus y bacterias.
• Los minerales:  Como el selenio y el cobre por su actividad antimicrobiana, antivírica y antiinflamatoria, el zinc, el magnesio que estimulan la producción de anticuerpos y son minerales que participan activamente en la correcta función del sistema inmunitario.

Terapias naturales

Tanto en extractos como en infusiones, comprimidos, aceites, etc., las siguientes plantas ejercen actividades favorables que facilitan la paliación de las típicas molestias que acompañan los procesos catarrales.

• La equinacea:
  En extracto o en comprimidos tiene propiedades antivíricas y está comprobada científicamente su eficacia frente a procesos catarrales y la gripe. La equinacea es conocida como el antibiótico vegetal, tiene además acción inmunoestimulante
• Eucalipto:
  Se usa para inhalaciones mezclando unas gotas de su aceite esencial con agua caliente en caso de resfriados y problemas de respiración. También como remedio tópico en caso de dolores musculares causados por la gripe
• Los Propóleos:
  Históricamente se han utilizado los propóleos para el tratamiento de catarros de las vías respiratorias altas, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, etc.
• La capuchina:
  Es de uso tradicional para aliviar infecciones leves de las vías respiratorias y bronquiales. Una cura con infusión o pastillas de capuchina puede aliviar los síntomas significativamente
• El Ajo:
  Crudo, o en su defecto las cápsulas de su concentrado son beneficiosos para acortar los trastornos respiratorios entre muchos otros
• Árbol de té:
  Es eficaz para aliviar la zona bucofaríngea cuando existen infecciones o calenturas causadas por la fiebre. Se diluyen unas gotas en agua y se hacen gárgaras. Para calenturas en los labios, basta pasar un bastoncillo mojado en el aceite de árbol de té
• Áloe Vera:
  Posee acción antimicrobiana, bactericida y antivírica. Bloquea la reproducción de virus como el Rinotraqueítis. Es efectivo ante bronquitis, resfriados y catarros
• La miel:
  Por su potencial antibacteriano y antivírico, y para el alivio de membranas que sufren irritación causada por la tos y para aliviar el dolor de garganta
• El malvavisco:
  Que forma una película protectora en la garganta, lo cual ayuda a calmar irritaciones y a prevenir la tos

Acción expectorante y balsámica:

• El Jengibre:
  Alivia la congestión nasal y los dolores articulares o musculares causados por la gripe. En infusión ayuda a eliminar la mucosidad acumulada, en forma de vahos acompañado con hojas de eucalipto, favorece la descongestión de las vías respiratorias

Acción Antitusiva (calman y alivian la tos)

• El Llantén:
  En jarabe favorece la liberación de mocos y la secreción de las vías bronquiales, también puede prepararse en infusión para obtener el mismo efecto
• La salvia:
  Tiene propiedades calmantes para la irritación de la garganta, se ha usado tradicionalmente para aliviar problemas respiratorios causados por resfriados o catarros. Una mezcla con propóleo o miel y zumo de limón resulta efectiva para aliviar la tos y la garganta irritada

Acción Antifebricular y sudorífica

• El romero:
  Una decocción abundante de esta planta, ayuda a reducir la fiebre y mantener la temperatura corporal adecuada, durante los procesos gripales es frecuente presentar fiebre, beber 3 o 4 tazas de esta decocción durante el día podría mantenerla a raya
• Jengibre, Bardana, Ajo, saúco

Acción analgésica

Menta, Eucalipto, pensamiento

Acción favorable para estimular y reforzar las defensas

• El Cistus:
  Tiene un efecto favorecedor de las defensas, neutraliza virus y bacterias con efectividad
• El Ajo:
  Aumenta las defensas, tiene además efecto antiinflamatorio, antioxidante, antitérmico, antiviral y analgésico
• La equinacea:
  Es un estimulante del sistema inmunitario humano muy útil en la prevención y el tratamiento de infecciones respiratorias agudas o crónicas
• Áloe vera

Consejos útiles y fáciles para pasar un invierno sano

• Evitar el uso de antibióticos de forma innecesaria, ante los primeros síntomas es preferible resguardarse en casa y permanecer en reposo. Recurrir a remedios naturales que puedan reducir el malestar, beber mucho líquido y aumentar la ingesta de frutas, infusiones con jengibre, miel y limón, caldos de verduras con apio, cebolla y perejil. Y en general aquellos alimentos ricos en vitaminas y nutrientes naturales
• Prevenir el contacto con ambientes o personas infectadas, evitando sobre todo compartir objetos como vasos, cucharas, pañuelos, teléfonos, etc.
• Tratar de no exponerse a cambios drásticos de temperatura, como salir de un lugar caliente al frío directamente sin suficiente abrigo
• Mantener la estancia con un ambiente húmedo, utilizando un humidificador o vaporizador para la difusión de aceites esenciales como eucalipto, naranja, pino etc. evitando las corrientes de aire
• Hacer un ligero masaje en el pecho antes de acostarse utilizando bálsamos o aceites que contengan pino, eucalipto y/o menta. Ayudando de esta manera a descongestionar las vías respiratorias y a mitigar el dolor muscular del tórax causados por la tos
• Mantenerse alejados del tabaco ya que el humo causa un desgaste de la mucosa que termina en una inflamación tóxica crónica

Antes de tomar cualquier sustancia, aunque provenga de las plantas, se debe prevenir la posibilidad de una alergia, para ello se toma una pequeña dosis inicial y se observa la reacción, se va aumentando la dosis progresivamente.

Se recomienda consultar con un profesional de la salud para problemas y afecciones respiratorias severas y/o crónicas, especialmente en niños y personas mayores.