El aporte de nutrientes adecuados para la piel, el cabello y las uñas ayuda a potenciar la salud que se refleja en nuestro aspecto exterior y de paso favorece nuestro bienestar emocional.
Es incuestionable la relación que existe entre la salud y la belleza, partiendo de la base de la alimentación, que si es equilibrada y adecuada a las necesidades del cuerpo, puede garantizarnos gran parte de la funcionalidad y del correcto desarrollo de los procesos biológicos. Por eso no le falta razón cuando escuchamos eso de "todo aquello que nos alimenta se transforma en el remedio o el tóxico que determina nuestra salud, tanto para un futuro como de forma inmediata, y se refleja exteriormente en el aspecto de la piel, el cabello, los ojos".
El adecuado aporte de nutrientes ayuda a potenciar la salud tanto interior como exterior y de paso favorece el bienestar emocional. Una persona que se ve bien físicamente se siente bien, positiva y proyecta vitalidad.